Sabor agridulce el que dejó el Test de Misano (San Marino) a Marc Márquez, que esperaba más de la nueva moto diseñada por Honda para 2024. El de Cervera no quedó satisfecho del todo con las sensaciones y el rendimiento en pista del prototipo diseñado para la próxima temporada: "Hemos probado por primera vez el prototipo en pista. Sí que es una moto diferente a nivel de posición de pilotaje, a nivel de sensaciones encima de la moto, pero los problemas siguen siendo los mismos. El pilotaje es diferente, afrontas las curvas de una forma diferente, pero el rendimiento y el tiempo por vuelta, que es el que manda en este deporte, es el mismo. Tenemos que seguir trabajando”.
Con un año más de contrato y muchas dudas sobre su futuro, Marc Márquez no quiso ser tajante sobre su continuidad en Honda, apostillando: “Se tiene que ver con hechos. El margen, la paciencia... El tiempo va pasando y lo que necesitas no son promesas, sino hechos”. Unas palabras que no han hecho más que aumentar las especulaciones, siendo muchas las ‘novias’ que tiene sobre la mesa el ocho veces campeón del Mundo en MotoGP.
Entre KTM y Ducati anda el juego, aunque los italianos los descartaron semanas atrás. Una negativa que luego ya no ha sido tan rotunda. Uno de los últimos en pronunciarse ha sido Luca Marini, del Mooney VR46 de Valentino, con el que ha renovado para llevar una GP23 el próximo curso. Justo la misma moto que llevaría Marc Márquez si fuera a Gresini.
El de Tavulia no ha dudado en afirmar que “sería fantástico” que el de Cervera llevara una máquina boloñesa: “Tener un piloto fuerte como él con la misma moto siempre es una cosa buena. Puedes mirar los datos y te mides con las mismas condiciones. También porque cuando he logrado estar detrás de él, me ha parecido siempre muy fuerte”.
Sin embargo, Marini, hermano de Valentino Rossi, también dio sus argumentos para que el español siga en HRC el próximo año, después de que en Misano pelearan hasta las últimas curvas el domingo: “Sinceramente, yo no dejaría los 12 millones que cobra por temporada. La Honda, ahora, me parece que va fuerte. Han mejorado mucho. Me he dado cuenta al encontrármelo en pista tanto en Barcelona como aquí (Misano) y la moto va. Ya no es como la del principio de temporada. Están dando pasos adelante, con lo que me sorprendería que dejara ahora el proyecto”.
La visión de Marini es muy particular. Así, a pesar de que Ducati arrase en el Mundial de constructores y Honda esté disputándose la última plaza con Yamaha, el piloto italiano lo ve de otra forma: “Ahora todos están a un nivel altísimo. No veo una gran diferencia entre una moto y otra. Creo que estamos todos en un punto de equilibrio, donde la diferencia la marcan los detalles, como la sesión de clasificación o la salida, más que el hecho de que uno sea más fuerte o esté bien. Si logras terminar las tres primeras vueltas delante, tienes allanada la carrera”.