Los parones nunca son buenos o, al contrario, sí lo son para que los llamados rumores de 'paddock' aparezcan. El problema de este año que este parón 'improvisado' de septiembre-octubre ha llegado cuando sólo queda por decidirse una plaza para que la parrilla de Fórmula 1 de 2025 quede completa. Esa está en la futura Audi y es un puesto al que aspiran Colapinto, Bottas, Bortoleto...
Sin embargo, ni eso ha evitado que salgan nombres como posibles llegadas o salidas a partir de enero. Pilotos con contrato en sus equipos el próximo año. Y ahí, viendo el rendimiento de Red Bull en las últimas semanas y todo lo vivido con Max Verstappen tras el último GP, parece lógico que se lleve todas las miradas.
Primero porque Checo Pérez sigue en el ojo del huracán y no han dejado de salirle posibles sustitutos incluso cuando acababa de renovar por dos años en la escudería energética. Desde ésta alimentan estas especulaciones y el mejor ejemplo es su asesor, Helmut Marko, quien reconocía que este año había reclutado otra vez a Daniel Ricciardo para suplir al mexicano de cara a 2025. Y que ahora estudiará a Tsunoda y a Lawson para que ver quien se merece una plaza en la escudería austriaca.
Y, segundo, porque la salida de Max Verstappen de Red Bull ya no parece tan descabellada. Independientemente de sus diferencias con Christian Horner, la bajada de rendimiento de sus monoplazas en los últimos meses o la salida de Adrian Newey, también está todo lo acontecido con la FIA y su sanción por decir 'jodido' en una rueda de prensa. El piloto neerlandés ha amenazado con dejar la F1 y en Red Bull ya se lo toman en serio.
Su objetivo, ante todo es "retener a Verstappen". Y si para ello tienen que invertir, despedir a Checo Pérez o lo que haga falta, lo harán. Sus coqueteos con Mercedes ya están en el olvido y eran más procedentes de la escudería con sede en Brackley. Y los rumores que le han relacionado con Aston Martin tras el fichaje de Newey y su amistad con Fernando Alonso no han pasado de eso. Y que alimentó el jefe de la escudería verde. "La puerta siempre está abierta para Max Verstappen, para todo", afirmó Mike Krack hace unos días.
Por eso no pasa inadvertido ver a Max Verstappen al volante de uno de los coches de la marca británica. El neerlandés ha estado este pasado fin de semana, durante dos días, probando en Mugello un Aston Martin Vantage GT3. También cogió un Ferrari, aunque eso no dio tanto morbo porque ahí, con Hamilton y Leclerc, ya se sabe que no hay opción para más.