Alberto Gálvez5 min lecturaLos números de Carlos Sainz y el rendimiento que ha tenido durante todo el campeonato el madrileño es digno de estudio a nivel psicológico. Y es que el ya expiloto de Ferrari ha tenido que hacer un esfuerzo titánico para batallar con una noticia que le llegó a primeros de año y que tiró por la borda todos sus planes de futuro.
Pese a que el español ya ha sido despedido con un sentido homenaje por los de Maranello, en el que estuvo presente hasta su padre, ha confesado que le costará olvidar lo vivido este año con ellos. Lo ha hecho en el podcast de la F1 Beyond The Grid: "Creo que a principios de año me pusieron a prueba más de lo que nunca me habían puesto y la vida me puso en una situación que no era nada cómoda. Me dijeron que no iba a seguir en el equipo en el que ese invierno estaba seguro al 99% de que iba a continuar. Fue un duro golpe para mis esperanzas y, obviamente, no disfruté de ese momento".
Y fue entonces cuando se agarró a los suyos y decidió afrontar la situación con todo el coraje del mundo para demostrarle a Ferrari que se había equivocado con dicha decisión: "Seguí entrenando y preparándome para la temporada, con el objetivo de estar listo para ganar carreras, para ganar el campeonato si se presentaba la oportunidad, y llegué a ese curso todavía lleno de energía, pero obviamente con esta situación incómoda y un momento incómodo".
Y si ha habido un momento emotivo durante la temporada ese fue el día en el que se subió al podio del Gran Premio de Australia: "Recuerdo que me emocioné mucho en aquel podio del Gran Premio de Australia porque allí estaba mi padre, estaba obviamente mi mánager, mi novia, todos los que han estado a mi lado. Obviamente estaba pensando en mi madre. Todos ellos me habían visto sufrir durante el invierno. Cuando digo sufrir, no quiero decir que estuviera llorando a puerta cerrada, sino que estaba realmente dolido. Me dolió porque no me lo esperaba. No estaba preparado para ese tipo de noticia. Estuve un poco en shock durante un tiempo".
Tras bajarse del mismo, Sainz se dio cuenta de que su mayor victoria la tenía en casa: "Recuerdo que después de Australia pensé en la suerte que tengo de contar con la gente que tengo a mi alrededor, que me apoya y me da esa fuerza interior para superar un momento tan duro. Ahora, cuando miro atrás, me siento casi feliz, orgulloso de que sucediera, porque me hizo mucho mejor piloto y mucho mejor deportista en general".
Y desde que se anunciara su marcha de forma oficial, Ferrari ha dejado claro que espera que sea un "hasta luego", por lo que ya son muchos que empiezan a hacer cuentas de cuánto tiempo estará con Williams y cuánto tiempo tardarán los de Maranello en repescar al madrileño. Y Carlos, por su parte, lo tiene claro: "Sí, ¿por qué no? No veo por qué no. Aunque, al mismo tiempo, no veo que vaya a ocurrir pronto. Pero la vida es larga. Tengo 30 años, y ves pilotos con 42 en la F1, así que si estoy en la F1 tanto tiempo, ¿quién te dice que en estos próximos 10 años, Ferrari podría necesitar mis servicios de nuevo en el futuro?".
Eso sí, ahora mismo está centrado en su nuevo equipo: "Eso no significa que desee que ocurra o que lo esté deseando ni nada por el estilo. Ahora tengo un objetivo muy grande en la cabeza, que es ayudar a Williams para que vuelva a estar en cabeza, por lo que no pienso demasiado en ello".