Antonio José Medina4 min lecturaCarlos Sainz está siendo uno de los grandes animadores de este final de temporada. Su gran triunfo en México, donde dominó el gran premio, de principio a fin y otras buenas actuaciones le están dejando muy buen sabor de boca en su despedida de Ferrari. Sin embargo, recuerda que también llegaba en muy buena situación el pasado año y todo se torció en las últimas carreras a partir de arranque del Gran Premio de Las Vegas de Fórmula 1.
Allí se cometió una de las mayores cacicadas que se recuerdan. Carlos Sainz se topó con una alcantarilla suelta en el circuito urbano y destrozó parte de su coche. El obligado arreglo por el error cometido por la organización le costó una dura sanción, ya que tuvo que cambiar elementos que no estaban permitidos, pues habían quedado dañados. La presión de Mercedes -Toto Wolff lo reconoció- hizo efecto y Sainz se vio condicionado por esa sanción todo el fin de semana y no tuvo un buen resultado.
Ahora, la mayor esperanza con la que ha llegado a Las Vegas es que no se repitan esos errores que dejan en muy mal lugar un Gran Premio, por otro lado, espectacular. "Sí, esa es mi principal esperanza -que las alcantarillas estén arregladas-. Después de lo que pasó el año pasado, espero que todo se arregle este año porque creo que será mucho mejor para la carrera y para todos, y obviamente para todos los pilotos, por la seguridad", afirma el piloto madrileño.
Aparte de eso, en sus diferentes comparecencias previas, Sainz ha reconocido que este circuito se adapta a las condiciones de Ferrari, aunque la temperatura tal vez no le ayude. El hecho de que se corra de noche -la carrera es el sábado en Estados Unidos- para que pueda verse en otras partes del mundo no ayuda, porque, en el 'desierto', la temperatura baja mucho por la noche. Ése es su gran desafío. "Creo que especialmente este año hemos sido rápidos en este tipo de circuitos, de largas rectas, curvas de 90 grados... Sólo hay que poner el coche recto tan pronto como sea posible. Y el coche es bueno. (...) Pero hemos sido muy débiles este año a la hora de activar los neumáticos en las carreras tras hacer los pitstops y en la clasificación, así que somos conscientes de que el diseño de esta pista es buena para nosotros y para McLaren, pero estamos ante el mayor desafío de temperaturas al que nunca hemos enfrentado, nunca tanto frío, que en teoría es una gran debilidad para nosotros. Así que queremos estar completamente alerta y tratar de estar encima de eso desde el principio del fin de semana", admite.
Con ello también marca el objetivo, un Mundial de Constructores que parece lejos, pero en el que Ferrari ha entrado de lleno tras los últimos resultados. "Este año no importa lo rápido que seas en una carrera respecto a McLaren y Red Bull, porque luego cambia a la siguiente. Así de abierta está la batalla en constructores y por ser el mejor coche cada fin de semana. Sólo nos centramos en tratar de poner juntos fines de semana fuertes, como en Austin y México, para estar de vuelta. Esperemos que sea en Las Vegas...", añade Carlos Sainz.