Antonio José Medina3 min lecturaCarlos Alcaraz jugará este lunes su segundo partido de los Juegos Olímpicos de París ante el neerlandés Tallon Griekspoor después de haber vivido un plácido debut frente al desconocido tenista libanés Hady Habib (6-3 y 6-1).
El tenista español, a priori, parte como claro favorito frente al 27º tenista del mundo, un jugador muy peligroso y competitivo. Sin embargo, lo es en otras superficies, ya que sus dos únicos títulos ATP han llegado en el cemento de Pune (India) y en la hierba de 's-Hertogenbosch, en su casa, ambos el pasado año.
Su mejor actuación en tierra batida, no obstante, llegó este año al alcanzar la tercera ronda de Roland Garros, en la que perdió ante Alexander Zverev... en el 'tie break' del quinto set. Por lo que el murciano no puede confiarse.
Pero más duro habría sido el otro tenista al que Alcaraz esperaba en esta ronda. En el Tallon Griekspoor - Cameron Norrie que había decidido el sorteo, el británico era favorito y su baja de última hora la cubrió el otro Tsitsipas, su hermano Petros, habitual de dobles, pero cuyo mejor ránking individual fue el 727 del mundo. Lógicamente, pasó Griekspoor.
No ha sido la única baja que ha beneficiado a Alcaraz, que se ha quedado sin su rival más temible en segunda ronda y también en cuartos de final. Según la progresión, en esa ronda se cruzaría ante Tommy Paul o, lo más probable, frente al australiano Alex de Miñaur, que también se ha retirado y fue sustituido por el portugués Francisco Cabral, al que superó Jan-Lennard Struff.
Y, aparte de las bajas, Carlos Alcaraz también ha tenido fortuna con los resultados de primera ronda, ya que, de vencer a Tallon Griekspoor, la previsión era vérselas con el chileno Tabilo, pero éste ha caído de forma sorprendente ante el ruso Roman Safiullin y será del partido entre éste y el argentino Etcheverry del que salga el próximo rival en octavos de final.
En una competición como los Juegos Olímpicos que habitualmente está llena de sorpresas por el añadido emocional que siempre tienen los tenistas nunca hay que dar nada por sentado, pero a priori, Alcaraz se está viendo beneficiado por todo lo que acontece por su cuadro. Y eso, jugando en dobles -con Rafa Nadal mañana martes- y en simples, es un alivio que puede decidir mucho en estos Juegos Olímpicos de París 2024.