El Real Zaragoza continúa su lucha por salir de la zona baja de la clasificación y su nuevo entrenador, Gabi Fernández, afronta cada encuentro con la energía y entrega que lo caracterizaban como jugador. Tras debutar con un empate ante el Córdoba, el técnico recupera a piezas fundamentales como Samed Bazdar, Sebastian Kosa y Kervin Arriaga, quienes regresan de compromisos internacionales y estarán disponibles para el duelo contra el Racing de Santander este sábado a las 18:30 en El Sardinero.
Desde el banquillo, Gabi Fernández es un torbellino de emociones, recordando en cada gesto la intensidad de su exentrenador en el Atlético de Madrid, Diego Simeone. Se le ve vivir cada acción con una entrega absoluta, dando indicaciones enérgicas y celebrando cada jugada con la misma pasión que cuando vestía de corto. Su mensaje es claro: el equipo debe competir con el alma en cada minuto.
En una reciente entrevista en El Partidazo de COPE, el técnico dejó claro su convencimiento de que el Zaragoza logrará la salvación. "Estoy decidido a revertir esta situación. Si nos rendimos, no podemos transmitir a la gente que vamos a pelear hasta el final. Para mí, es puerta grande o enfermería, pero estoy seguro de que ser�� puerta grande", afirmó con determinación.
Los jugadores han comenzado a asimilar su filosofía y la intensidad con la que encara cada partido. En su primer entrenamiento con el grupo, ya mostró su estilo exigente, algo que se refleja en las palabras de los propios futbolistas, quienes destacan su capacidad para motivar y cambiar la mentalidad del vestuario.
El estratega también se ha centrado en reforzar la estructura defensiva del equipo, consciente de que en el fútbol los detalles marcan la diferencia. "Lo que más me ha gustado ha sido la solidez defensiva. Nos hemos medido a uno de los equipos más ofensivos y no nos han generado muchas oportunidades claras. Sin embargo, debemos mejorar en las jugadas a balón parado, porque nos han costado puntos valiosos", explicó.
Más allá del trabajo táctico, Gabi reconoce que el aspecto mental es clave para salir de esta situación. "El equipo estaba abatido, con la moral por los suelos. Nuestra labor es reconstruir su confianza, hacerles creer que pueden lograrlo. En estas primeras semanas, hemos trabajado mucho lo psicológico, pero también debemos mejorar físicamente y tácticamente", afirmó.
El tiempo dirá si el espíritu combativo de Gabi Fernández logra contagiar a su equipo lo suficiente como para revertir la situación. Lo que está claro es que, al igual que su mentor en el Atlético, no dejará de pelear hasta el último segundo de cada partido.