Si como jugador no dejó indiferente a nadie por sus buenas dotes técnicas y por su carácter rebelde en ciertas ocasiones, Quique Setién se ha convertido en los banquillos en un técnico muy peculiar. Con amigos y con enemigos, con fanáticos que defienden su estilo a muerte y con detractores que no le soportan.
Así, al menos lo ha confesado en una entrevista concedida al diario Marca, donde ha repasado su todavía corta pero intensa estancia en el Villarreal y en la que ha revivido ciertos momentos pasados. El técnico amarillo no ha trasladado a su familia a la localidad levantina y ahora mismo se encuentra viviendo en la propia ciudad deportiva, por lo que su día a día es fútbol las veinticuatro horas.
"Para mí esto es un paraíso. Siempre me ha gustado estar entre la gente joven porque te transmite muchas cosas y te contamina de su energía positiva. Ya soy mayor pero aprendes cosas de ellos que te vienen muy bien porque en caso contrario te cuesta aprenderlas", ha subrayado el cántabro.
Pero aunque ahora está viviendo un momento dulce en la entidad amarilla, el de Santander reconoce que para el equipo y para él no ha sido una adaptación fácil: "Sé que algunos jugadores hubieran querido que fuese menos radical, pero no creo que cambiando menos nos hubiese ido mejor. No hicimos tan malos partidos en las primeras semanas, pero nadie fue capaz de ver las cosas buenas que hicimos. Y eso sí te duele. Había una corriente negativa hacia mí que no daba lugar a nada. Nos ayudó el parón del Mundial para trabajar. Ahora son anécdotas y me alegro de haberlo resuelto positivamente".
El extécnico del Betis también se ha mostrado plenamente feliz con sus nuevos dirigentes y ha subrayado cómo tomó la decisión de firmar por el Villarreal: "Había dicho que no a muchas ofertas. Pero cuando me llamó Fernando fue diferente. Al Villarreal lo he considerado siempre un ejemplo. Lo más importante de un club es que sus jefes estén de verdad implicados, que se jueguen los cuartos. Eso hace que actúen con sentido común. Hay un proyecto de cantera de muchos años y se ha convertido en un club extraordinario en todos los sentidos. Es el sitio ideal".
Por último, también ha hecho referencia a uno de los momentos que más espera de esta temporada: su reencuentro con el también exbético Lo Celso. El argentino está lesionado, pero en un mes volverá a estar a sus órdenes y el técnico está deseando: "Sin duda será un salto más de calidad. Cuando tengamos a todos los jugadores en condiciones se notará, no como ahora. Hemos tenido momentos de estar con 14 jugadores. Con todos entrenando esto repercute en el partido del domingo, porque pelean un puesto y el nivel sube".