La Unión Deportiva Almería está atravesando un momento difícil en la actualidad al encadenar tres derrotas consecutivas. Los resultados han hecho que los aficionados pongan en el punto de mira a varios jugadores, al igual que a su técnico, y uno de ellos es Samú Costa, el cual ha aportado cosas buenas y no tan buenas en lo que va de temporada.
Un fijo en los esquemas de Rubi, sin lugar a duda, es uno de los pulmones del equipo y por ello el entrenador catalán tiene plena confianza en él. A pesar de que hayan llegado nuevos futbolistas a la plantilla en este verano, sigue siendo una de las piezas clave.
Uno de los motivos por los que sigue siendo uno de los baluartes dentro del equipo es por su sacrificio. No se le puede negar. Es capaz de dar la cara tras una derrota y hablar ante los medios sin tapujos. Ha tenido varias acciones donde se le ha reconocido su colaboración con el equipo.
Una de ellas fue en el partido ante el Elche, donde jugó parte del partido con la cabeza abierta y por no parar el partido aguantó hasta el final. Ha sido reconocido por su país, que le ha brindado la oportunidad de ir convocado con la selección sub21 y estará concentrado en el siguiente parón de selecciones.
Es uno de los jugadores del Almería que más distancia recorre en los partidos. Según ScientifficNutrition, Samú Costa recorrió 11.297 metros ante el Mallorca, siendo el que más kilómetros hizo en el partido.
No todo son cosas buenas. La exigencia y el nivel de la Primera división están por las nubes y por ello ha sido uno de los señalados en ocasiones, no solo por lo que ha demostrado en el terreno de juego, sino fuera también. Samú es un futbolista que lo da todo en el césped, con carácter, pero muchos le achacan cierta personalidad a la hora de dar el último pase en campo rival. No es que sea este su perfil, pero también se le ha podido ver en esta faceta en Segunda.
Uno de los gestos que no gustó en la afición rojiblanca fue tras el partido ante Osasuna, dónde se dirigió a la grada para mandar a callar a parte de los hinchas indálicos. Una muestra de la situación de nerviosismo e intranquilidad que estaba viviendo el equipo. Como profesional en el mundo futbolístico se espera de uno aguantar lo mejor y lo peor de cada casa, ya que todos se presupone que se encuentran en el mismo barco.
Lo último se vivió en el partido en Mallorca, donde se le pudo ver encarándose con Rodrigo Ely, su compañero de equipo. El central vio la cartulina amarilla al hacer una falta por cubrir una zona donde se suponía que debía estar Samú. Por lo que llegó a recriminarle esa acción al portugués. Ambos de sangre caliente, zanjaron el asunto tras el partido, pero protagonizaron una acción que no gustó nada a la parroquia rojiblanca.
El luso es una de las apuestas del club y de hecho ha ido in crescendo desde su llegada a Almería. Es joven y tiene muchas cosas que mejorar, por ello aún tiene margen de maniobra ante cualquier error que cometa. Pero las exigencias en Primera se pagan caro, por lo que puede andarse con ojo.