Alberto Gálvez3 min lecturaEl Real Madrid le vendió, muy a su pesar, por 8 millones de euros a la UD Almería este verano y la aventura en tierras andaluzas le está viniendo como anillo al dedo pese a su juventud. Sergio Arribas sigue soñando con triunfar en el Santiago Bernabéu, pero, mientras tanto, está dejando sensaciones de auténtico líder en el Power Horse Stadium.
Sin ir más lejos, el futbolista madrileño fue uno de los protagonistas durante el partido frente a la Real Sociedad antes, durante y después del choque. Su vuelta al once era una de las incógnitas que mantuvo Gaizka Garitano hasta momentos antes de llegar al estadio, mientras que en los 110 minutos que duró el partido fue uno de los jugadores incisivos del conjunto andaluz.
Y tanto fue el cántaro a la fuente que, al final, marcó el tanto del empate en el minuto 76' fruto de una presión asfixiante que hicieron todos en bloque. Anotó su quinto gol en la presente temporada. Hasta la fecha ha participado en los trece encuentros del curso liguero, siendo titular en siete de ellos. De estas cinco dianas ha anotado dos con la pierna derecha, otros tanto con la izquierda y uno de cabeza. Sin duda, una carta de presentación más que notable en este primer tercio del campeonato.
Sin embargo, lo que más está llamando la atención es la madurez que aporta en el vestuario rojiblanco, pese a existir figuras más experimentadas como las de los capitanes de la plantilla: Fernando, Robertone, Embarba, Gonzalo Melero y Chumi.
Tanto es así que, al igual que Fernando ha hecho en otras ocasiones, ayer tras acabar el encuentro y viendo lo enfurecida que estaba la afición almeriense, Sergio Arribas se marchó directo a la zona de los ultras a dar la cara. Fue una imagen que inmediatamente llamó la atención y fue capturada por las cámaras de DAZN. Allí, completamente solo, estuvo dialogando con los aficionados y explicándoles que estaban dando todo lo que tenían por sacar la situación adelante. Al mismo tiempo les pidió un voto más de confianza y estos terminaron agradeciendo el gesto de un jugador que sólo lleva unos meses en el club pero que está identificado con el escudo como el que más.
El Real Madrid conserva hasta 2028 el cincuenta por ciento de sus derechos y podría repescarle de la misma manera que ha hecho con Fran García este año. Y viendo la velocidad con la que está creciendo en Primera, Florentino Pérez podría volver a echarle las redes muy pronto.