El panorama pinta feo para el Sevilla FC y Jorge Sampaoli, que mira al mercado invernal como quien ve el maná a la vuelta de la esquina. Razones no le faltan: entre sancionados (Nianzou y Rakitic), lesionados (Corona, Marcao, Suso, Lamela, Alex Telles, Delaney), mundialistas que faltan por regresar (Bono, En-Nesyri, Acuña, Papu y Montiel, que también acarrea un castigo por el derbi) y los que arrojaron la toalla (Dolberg, Januzaj e Isco, ya desvinculado oficialmente), apenas podrá contar en Vigo el 30-D con 13-14 jugadores de la primera plantilla. En Copa, un once inicial cogido con pinzas. Qatar 2022 ha sido funesto para los intereses nervionenses, habida cuenta de que Tecatito parece haberse relajado en su rehabilitación en cuanto supo que ya no podría ir con México a la magna cita a orillas del Golfo Pérsico; el 'Huevo' ya viajó con una pubalgia y deslizó que pensaba operarse nada más terminar, mientras que el lateral brasileño y el mediocentro danés se volvieron antes de tiempo con sendas dolencias de consideración.
Para más inri, Alejandro Gómez se lastimó el tobillo durante el duelo inicial contra Arabia Saudí. Mejor, tuvo una nueva oportunidad frente a Australia, pero tuvo que retirarse con la articulación inflamada. Parecía un esguince, por lo que, con la inminencia de la final, el ex de Atalanta apostó por infiltrarse, aunque el dolor no remitía. Estaba dispuesto a todo, sin pensar en el futuro. Aquí, Monchi no le perdonaba, como a Acuña, su desidia previa al Mundial, que lo antepusieran al mal momento blanquirrojo, borrándose desde la visita al Betis. Lo que en LaLiga era una lesión que les impedía actuar más de 45 minutos, desapareció en cuanto el gran evento del año se acercaba. La solución, librarse de ambos en enero, por la vía rápida, con Lopetegui y sus Wolves (en el caso del lateral zurdo), y la MLS, la Serie A y Argentina, en el del mediapunta, a la expectativa.
Sin embargo, el 'Huevo' ya deslizó que medita operarse ahora que ya tiene su temporada hecha, tras proclamarse campeón del Mundo, lo que impediría cualquier movimiento invernal y, por ende, la posibilidad de utilizar su ficha y los réditos de un traspaso. Con el Papu casi se conforman en Nervión con ahorrarse su ficha del año y medio de contrato que le queda, aunque a lo mejor se lo tienen que 'comer' hasta verano. Y es que su madre, Mónica Villaverde, ha confirmado que sufre una dolencia de mayor importancia al simple esguince de tobillo que se comentó. "No pudo seguir jugando. Se rompió un ligamento; fue terrible. No lo tienen que operar, porque fue 'superficial'. Tiene para cuatro semanas o algo así, no sé bien, porque no entiendo mucho”, aseguraba, habiendo oído campanas, en 'La Mañana de CNN'.
“Por más que lo intentó, no llegó. Le hicieron de todo para que pudiera jugar, pero no pudo llegar. Al principio, fue una tristeza enorme, porque queríamos verlo jugar y él también quería, obviamente. Pero después dijo ‘bueno, ya está, me conformo con estar acá y vivir todo esto’, apoyar desde donde podía a sus compañeros”, zanjaba la progenitora del veterano atacante suramericano, a quien no se le pasó en ningún momento por la cabeza, visto lo visto, que sus compañeros en el Sevilla le necesitaban para salir del bache actual o que tendrá que buscar, si no, un acomodo en otro destino para continuar con su carrera. Tras el Mundial, la nada. Una pena y una decepción.