El futuro del Papu Gómez no está en el Sevilla FC. En eso parecen estar de acuerdo ambas partes, por distintas razones, hasta el punto de que el mediapunta pondrá de su parte para no agotar el contrato que les une hasta 2024, aunque no se irá seguramente donde desea. Fue de frente bastante antes del Mundial cuando dijo (y no se retractó) que la cabeza de los futbolistas que lo iban a jugar estaba inevitablemente en Qatar, aunque no esperaban en Nervión que fuera a ponerlo en práctica de manera tan llamativa. No estuvo disponible en los dos últimos encuentros de noviembre con su equipo, se ausentó del amistoso ante Emiratos Árabes, pero, mágicamente, fue titular en el debut con la Albiceleste ante Arabia Saudí. Arrastra molestias, eso está claro, porque ha estado ausente luego en un par de ocasiones, si bien la actitud y las ganas también computan.
El caso es que en el Ramón Sánchez-Pizjuán han concluido que, al igual que ocurre con su compañero Acuña, otro que se borró inesperadamente, lo mejor es poner tierra de por medio. Y, en lo que se refiere al centrocampista, la Serie A era una salida sencilla, porque allí conserva cierto caché y es una competición que conoce perfectamente. Incluso, se apuntaban como soluciones la utilización de la letra pequeña del contrato, bien asumiendo el comprador esos siete millones de euros de penalización por regresar a Italia o bien rescindiendo (perdonando su año y medio de ficha como ganancia para el Sevilla) para evitarla, aunque el Monza, su primer pretendiente conocido, parece desmarcarse de esa presunta operación. Así lo afirmaba hoy Adriano Galliani, su director deportivo y ex dirigente del Milan, que dice no haber llamado a su "amigo Papu" por ahora.
En este sentido, el especialista en el mercado de fichajes Matteo Moretto desvela el punto de vista del jugador argentino, que no considera por ahora una vuelta a sus orígenes más cercanos, donde no se ve vistiendo otra camiseta distinta a la de Atalanta, amén de ser consciente de que, seguramente, deberá salirse de las cinco grandes Ligas para encontrar acomodo, muy bien pagado seguramente, en la MLS o en Arabia Saudí, aunque todavía no hay ofertas formales y concretas, ni a él ni por su pase a los nervionenses. Incluso, el compañero de Relevo aclara que River Plate hizo un sondeo, pero que será imposible alcanzar las cantidades necesarias para repatriar al Papu, que se formó en las inferiores de Arsenal de Sarandí y jugó luego para San Lorenzo de Almagro en su país.
Sea como fuere, la idea de Alejandro Gómez y el Sevilla es, si fuera posible, ni siquiera reencontrarse. El año 2022 está ya amortizado, tanto en cuanto Argentina jugará la final del Mundial el próximo domingo y, después, el mediocampista tendrá unos días de vacaciones, por lo que no volvería ya hasta Nochevieja o después. Si antes puede cerrar una salida satisfactoria para todos, la solución se daría por buena, ya que la situación se ha vuelto insostenible y en Nervión desean un vestuario centrado en los objetivos, sin despistes ni malos rollos.