Rescindir los contrato de jugadores que no están al nivel deseado es una de las vías que se han planteado en el Sevilla FC a la hora de intentar solucionar el problema que tienen en lo deportivo y en lo económico. Rakitic, Papu Gómez, Suso, Januzaj, quien prácticamente no ha debutado... Varios son los nombres que se le vienen a la mente al sevillista de a pie cuando piensa en bajos rendimientos.
Sumidos en puestos de descenso tras una primera mitad de la temporada para el olvido y un cambio en el banquillo, habiendo llegado Sampaoli por Lopetegui, Monchi y su dirección deportiva del Sevilla FC están manos a la obra a la hora de reforzar un plantel en el que tan sólo hay una ficha libre. A esa limitación numérica, las dificultades que la comprometida economía del club impone, así como los controles de LaLiga y el poco margen de maniobra que hay en cuanto a salarios en la plantilla. En resumidas cuentas: para fichar, antes hay que darle salida a jugadores.
Hay intención y compromiso por parte de Monchi ante Sampaoli de hacer un esfuerzo, pero las cuentas son las que son y los milagros no existen. De ahí que mucho se haya hablado en estas semanas de la utópica vía de rescindir a los futbolistas. Algo que en todo momento habría que hacer de mutuo acuerdo, pues de lo contrario sería totalmente imposible.
Dicha medida llevaría al Sevilla FC a tener que pagarle a los jugadores sus años de contrato más la amortización correspondiente, lo que dejaría las cuentas del club tiritando. No hay presupuesto que aguante una medida así con contratos como los que hablamos, amén de que tampoco acaban prácticamente ninguno el próximo 30 de junio.
Rescindir a un jugador como el Papu Gómez, sin llegar previamente a algún tipo de acuerdo que facilitara su adiós, supondría la friolera de unos 10'5 millones de euros. Y es que el argentino aún tiene contrato hasta 2024, siendo su salario, tal y como ha podido conocer ESTADIO Deportivo por fuentes fiables, de 3.860.000 euros brutos, amén de una amortización sin variables de 1'375 millones. Es decir, un gasto de 5'235 millones de euros por temporada. El Papu, en cualquier caso, vería con buejos ojos una salida, si es lo mejor para todas las partes.
Aún más caro resultaría despedir a Rakitic. Con un salario de 6.454.000 millones de euros brutos y una amortización de 875.000 euros sin variables (según los datos que controla ESTADIO Deportivo), el gasto por temporada del croata es de 7.329.000 euros. Es decir, que el adiós de Rakitica supondría algo más de 14'5 millones de euros.
Algo menos es el gasto por temporada de Suso en el Sánchez-Pizjuán, aunque su despido no sería más barato. Y es que el gaditano tiene contrato hasta 2025. Con una ficha por curso de 2'11 millones de euros, su amortización sin variables es de 4'2 millones por temporada. En total, un coste de 6'311 millones de euros por temporada. Y tiene dos años más de contrato firmado.
Las cuentas hablan por sí solas. Rescindir a jugadores es una vía más utópica que factible si no existe ningún tipo de acuerdo entre las partes. De ahí que tampoco sea de extrañar cómo los ambiciosos planes de reestructuración de Sampaoli se hayan ido matizando con el paso de las semanas y del casi a un refuerzo por línea se llegue a primeros de diciembre con la idea de un delantero, un central y, en el mejor de los casos, un extremo vertical.
La prioridad entre las prioridades, como ESTADIO Deportivo ya ha informado, será el '9', estando la ficha libre reservada para él. El extremo, sin embargo, podría ser Tecatito. Al menos así se lo están haciendo ver a un Jorge Sampaoli que podría contar con él ya ante el Celta de Vigo. En un esfuerzo mayor, también está la económica opción de Ocampos, quien gusta al técnico argentino y que, además, no cobra demasiado. Romper su cesión sería una posibilidad.
Más dudas hay con el pivote. Y es que ya no parece una prioridad. Piensan en el club que Sampaoli podría tirar con Fernando y Gudelj, en un gran momento. Más prioridad, en cambio, se le da a un central que saque la pelota jugada. Especialmente ante la tendencia a lesiones de Marcao y Nianzou.