El Sevilla FC ha completado este mes de enero una jugada redonda. Hace sólo dos años vendió a Bryan Gil por 25 millones más Erik Lamela y, a día de hoy, Jorge Sampaoli disfruta de los dos extremos en su plantilla. En Nervión están muy contentos con el rendimiento inmediato aportado por los recién llegados y Monchi ya ha movido ficha para intentar quedarse con Pape Gueye y Loïc Badé. Lo del barbateño, a priori, está mucho más complicado por las exigencias de los Spurs, pero la prensa inglesa especula hoy con una carambola en la que podría entrar Yassine Bono y el joven extremo ya demostró el sábado su emoción por volver a jugar en el Sánchez-Pizjuán, su "casa", hasta el punto de costarle contener las lágrimas.
El portero marroquí cuajó un 2022 estratosférico, con el Trofeo Zamora al portero menos goleado de LaLiga, con el noveno puesto en la clasificación del 'Mejor Portero del Mundo' en la Gala del Balón de Oro y luchando hasta el final con el 'Dibu' Martínez por hacerse con el 'Guante de Oro' al mejor guardameta del Mundial de Qatar 2022. Ahora, también está nominado al premio 'The Best' junto con el argentino del Aston Villa y el madridista Thibaut Courtois y, como es normal, no han tardado en salir grandes equipos dispuestos a ficharle.
Aún con la exhibición mundialista con Marruecos -brillante semifinalista en Qatar- reciente, Bono sonó con fuerza para el Aston Villa de Unai Emery, también para el Manchester United y, sobre todo, para el Tottenham Hotspur. Incluso, aunque de manera menos consistente, fue relacionado con el FC Barcelona y con el Bayern de Múnich tras la grave lesión de Manuel Neuer.
Es más, con la planificación invernal de Monchi en 'stand by' debido a la crisis económica y a la paralización de las cuentas por la batalla institucional entre Del Nido y Castro, incluso se llegó a rumorear la opción de que el Sevilla FC vendiese a su portero al ser el efectivo por el que más dinero podía sacar.
Finalmente se quedó, pero el Tottenham amenaza con volver a la carga en junio. Los Spurs ya contemplaban la idoneidad de buscar un relevo para el veterano Hugo Lloris (36 años) y la semana pasada el internacional francés sufrió una lesión de rodilla que le tendrá parado durante al menos dos meses, lo que ha terminado de animar a los rectores del club del norte de Londres a buscar un portero de garantías.
El diario AS apunta este mismo lunes que el propio Sevilla FC admite entre bastidores que recibió una llamada del Tottenham en enero para preguntar por las condiciones de una salida de Yassine Bono, a lo que desde Nervión respondieron que el precio de salida era de 30 millones de euros -dejaría 26 millones de plusvalía por un futbolista que costó 4 y que en abril cumplirá 32 años- y que no se sentaban a negociar por menos de 20-25 kilos.
La cláusula de rescisión del marroquí, aunque oscila en función del período del año, casi se dobló en la última renovación y se sitúa en 50 millones de euros y no es ningún secreto que el club necesitará hacer alguna venta importante para poder afrontar la planificación estival. Si encima, como especulan hoy algunos periodistas británicos -haciéndose eco de las palabras de emoción del barbateño tras su redebut en el estadio Sánchez-Pizjuán-, acceden a poner sobre la mesa a Bryan Gil...