Era un secreto a voces, pues Óliver Torres ya se había despedido de Nervión, anunciando que no renovaría su vinculación con el Sevilla FC y que afrontaba un nuevo reto como profesional. Su destino era el fútbol mexicano, y más concretamente Rayados de Monterrey. Este pasado domingo el conjunto azteca hizo oficial su fichaje, anunciándolo como un fichaje bomba. Un movimiento que, según la prensa local, ha resultado un auténtico “bombazo”.
A sus 29 años, la nueva realidad económica del Sevilla FC, empobrecido hasta los huesos, obligaba a emigrar al centrocampista, con ofertas en LaLiga y deseoso de afrontar una aventura que le enriqueciera también en lo personal. Su intención desde el pasado enero era clara: firmar por un grande europeo o, por lo contrario, probar fortuna en un fútbol exótico en el que no sólo lo económico fuera lo principal. Y así ha surgido la opción de México, donde firma por tres temporadas sin opción a un cuarto opcional.
El movimiento, como era de esperar, ha sido muy rentable para Óliver Torres en lo económico. Tal y como ha podido conocer ESTADIO Deportivo, el futbolista cambiará de continente cobrando por temporada el doble de lo que percibía en el Sevilla FC, donde su salario era de 2’2 millones de euros brutos. En México, sin embargo, Óliver percibirá más de tres millones de euros netos por temporada más bonus, convirtiéndose en el segundo jugador mejor pagado de la plantilla; tan sólo superado por el exbético Sergio Canales.
Una operación que, pese a quedar libre Óliver Torres con el Sevilla FC, no ha resultado del todo sencilla. En primer lugar, por carecer el futbolista de agente. Tras romper con You First, pasó a la agencia Roof, aunque sin tener nada firmado. De ahí que finalmente haya sido MSM, del agente Marc Salicru, quien ha acabado llevando al extremeño hasta el fútbol mexicano.
Los de Nervión, por su parte, tampoco lo han puesto del todo fácil. Con contrato hasta el 30 de junio han solicitado ahorrarse ciertas cantidades que se le adeudan al futbolista para así facilitar el acabar de rescindir y finiquitar el contrato. De hecho, en ello siguen las partes todavía.
Mientras tanto, Óliver Torres vive ajeno ya a los último flecos burocráticos, disfrutando de sus vacaciones en Ibiza junto a amigos. Entre ellos, el también exsevillista Bryan Gil, con el que se ha dejado ver en redes sociales.