El Sevilla FC ya tenía programado como tarea obligatoria la de acudir al mercado invernal de fichajes a abordar las operaciones que Víctor Orta no tuvo tiempo, dinero, fichas federativas ni margen salarial para poder acometer en la ventana estival. Ya era un compromiso adquirido con Mendilibar y, ahora, tras la llegada de un Diego Alonso que ha heredado la plantilla confeccionada al gusto del vasco, el director deportivo nervionese trabaja ya en poder darle herramientas al uruguayo para que pueda conseguir su objetivo de enderezar el torcido rumbo del equipo blanquirrojo. Entre la rumorología proliferan cada vez más noticias que apuntan a la delantera, puesto que finalmente sólo pudo ser parcheado. Pese a que se llegó a hablar de que los dos podrían salir, ni En-Nesyri ni Rafa Mir se movieron y a ellos dos se sumó un Mariano que en este primer tramo de curso suma el mismo número de partidos (dos) que de lesiones musculares.
Para la delantera hay varios nombres apuntados y remarcados en la agenda del Sevilla FC desde la etapa de Monchi como por ejemplo Santi Giménez, del Feyenoord, por ejemplo- y al listado se han incorporado de la mano de Orta otros como Vangelis Pavlidis, del AZ Alkmaar, quien ya sonó con fuerza este pasado verano e incluso fue avalado por un mito nervionense como Tsartas. Asimismo, en los últimos días ha sonado también el nombre del venezolano Kevin Kelsy, del Shakhtar Donetsk. Sin embargo, el diario depotivo portugués Record asegura que el nombre que más encandila en las oficinas del Sánchez-Pizjuán es el de la gran revelación de esta temporada en el campeonato luso: Viktor Gyökeres, '9' de un Sporting Clube de Lisboa que no está por la labor de poner facilidades.
La mencionada información publicada días atrás por Record informaba de que en las gradas del lisboeta estadio Jose Alvalade han sido vistos ojeadores del Sevilla FC y del Borussia de Dortmund alemán, curiosamente dos de los conjuntos que compiten en la Champions League que buscarán delantero en las próximas ventanas de transferencias y que, siempre según la mencionada fuente, tenían como objetivo ver en directo los partidos de los 'Leoes' para tomar buena nota de las actuaciones de Viktor Gyökeres, delantero sueco de 25 años que llegó el pasado verano al Sporting Clube de Portugal procedente del Coventry City, de la segunda división inglesa, y que se está saliendo en la Primeira liga lusa.
Gyökeres, de 1,87 metros de altura e internacional absoluto por Suecia en 17 ocasiones (cinco goles), llegó sin hacer mucho ruido al Sporting CP a principios del pasado verano a cambio de la nada despreciable cifra de 20 millones de euros y avalado por la eficacia anotadora que demostró en los clubes de cuatro países (Inglaterra, Gales, Suecia y Alemania) en los que ha militado a pesar de su corta edad. Asumió sin titubeos el siempre pesado dorsal 9 y está causando sensación en sus primeros meses en Portugal. En sólo 9 partidos oficiales como verdiblanco entre la liga lusa y la Europa League, el ariete nórdico suma ocho goles y dos asistencias que justifica el interés de clubes importantes en hacerse con sus servicios.
La espectacular explosión de Gyökeres como jugador del cuadro 'Leao' se resume en la abultada subida de su valor de mercado tras la última actualización realizada la semana pasada por el portal especializado Transfermarkt. Cuando firmó por el Sporting CP en julio estaba tasado en 20 millones de euros y en sólo tres meses casi ha doblado esa cantidad hasta llegar a los 32 millones en los que está valorado a día de hoy. Normal que su entrenador, Rubén Amorim, haya cerrado de un portazo ante el interés de Sevilla FC y Borussia de Dortmund, a quienes ha remitido a su desorbitada cláusula de rescisión.
"Viktor (Gyökeres) tiene una cláusula de 100 millones de euros. Y sólo se irá si uno de esos clubes abona los 100 millones que vale, hasta entonces, será jugador del Sporting", sentenció al ser preguntado por los medios locales por este interés de varios conjuntos europeos. "Los goles a mí no me importan mucho. Viktor es un delantero muy completo, con características diferentes. Además de goles, nos da algo que no teníamos: capacidad de amenaza. Antes éramos buenos en ataque organizado, pero ahora también somos peligrosos en transición, cuando no tenemos balón. Por eso pujamos tan fuerte por su fichaje", añadió el entrenador del Sporting CP.