No fue un fichaje lo que se dice precisamente caro, el Sevilla Fútbol Club tan sólo pagó por Karim Rekik dos millones de euros en el verano de 2020 al Hertha Berlín para completar una defensa que por entonces ya contaba con Jules Koundé y Diego Carlos como pareja de centrales titulares, pero este verano, tras las ventas millonarias de ambos defensas, el neerlandés estaba señalado para dar un paso adelante y ser ese hombre que tomara el relevo de una defensa que habían dejado huérfana el brasileño y el francés.Pero nada más lejos de la realidad, y eso que Rekik comenzó la temporada a un buen nivel, apuntaba a ser el 'cicerone' de Marcao y Nianzou en la defensa sevillista, jugando buenos partidos ante Osasuna pese a la derrota, contra el Real Valladolid, donde hizo el gol del empate sevillista, y ante el Almería, pero ahí volvió a aparecer la alargada sombra de las lesiones que acompaña al central neerlandés en los dos últimos años.
Tres partidos seguidos, en las jornada uno, dos y tres, aunque no completos, que llegó a jugar el central del Sevilla y que no ha podido volver a repetir entre suplencias y, sobre todo, lesiones. A estas alturas del campeonato, Karim Rekik ha sumado ya su tercera lesión muscular en lo que va de temporada, la última en el encuentro de Copa del Rey frente al Juventud Torremolinos, lo que tan sólo le ha permitido jugar un total de nueve partidos. Como contrapartida, son trece los encuentros en los que no ha tenido participación, bien por decisión técnica (en seis de ellos) o bien por lesión (en diez).
En otra temporada sus lesiones quizás no hubieran sido tan importantes, pero en esta, donde apenas tampoco ha podido jugar Marcao, que además ha tenido que pasar por el quirófano y estará tres meses de baja, y donde también Tanguy Nianzou ha estado una semanas fuera por lesión, su baja se acentúa mucho más. Y es que no hay dudas que Rekik es un jugador propenso a tener molestias y a, en muchos casos, acabar rompiéndose y teniendo que ocupar la enfermería más de lo que le gustaría al técnico sevillista.
De hecho, salvo su primer año en Nervión, donde no tuvo contratiempos en forma de lesión, Karim Rekik ha sido uno de los futbolistas que siempre ha estado entre algodones en las dos últimas temporadas, lo que le ha privado de jugar un total de 26 partidos. También fueron continuos sus parones en el Hertha Berlín, club en el que militó antes de llegar al Sevilla, donde sufrió un total de 12 lesiones en tres temporadas.