PSV-Sevilla: Secuencia de la vergonzosa agresión a Dmitrovic, pésima elección del ultra y aplaudida reacción del serbio

La UEFA, como ocurre siempre en estos casos, no dio publicidad al incidente, interviniendo en la señal servida a las televisiones con derechos para que la cámara que primase durante esos 2-3 minutos de alargue en el PSV-Sevilla enfocasen a la otra parte del campo, aunque la acción estaba al borde del área nervionense. Con 1-0 en el marcador y tras el tanto anulado a De Jong por fuera de juego previo de Fábio Silva, que anotaría ya el 2-0 casi sin tiempo para más, un energúmeno saltó desde la grada del Phlips Stadion para intentar agredir a Marko Dmitrovic, guardameta visitante, que defendía sus intereses retrasando la puesta en juego del balón, lo que ya le había costado una amonestación por parte de Daniele Orsato. El exaltado, con pantalón vaquero y chaqueta con capucha, llegó a golpear en el cuello y la cara al serbio, que se revolvió para neutralizarle en el suelo y, literalmente, perdonarle la vida, aconsejado por compañeros y rivales, ya que la elección del ultra neerlandés (un tipo de 1,94 y presencia que asusta, pese a lo bonachón que es) no fue muy inteligente.

Tampoco se le presumían muchas luces al muchacho, que acabó siendo retirado por las fuerzas de seguridad, aunque, como es obvio, el árbitro italiano lo consignó en el acta, por lo que le espera una dura sanción al PSV, que se había manifestado en contra de las cargas policiales en la ida y elevado una denuncia al máximo organismo del fútbol europeo por la dureza del dispositivo en Sevilla que, ahora, quedará seguramente archivado, al no predicar con el ejemplo ni poder contener a sus hinchas en casa. Un ejemplo vergonzoso de cómo se digieren las derrotas o, en este caso, las eliminaciones en algunos lugares y que, gracias a la presencia de otros medios de comunicación, dará la vuelta al mundo para desgracia de los que verdaderamente aman y protegen este deporte.

Como era de esperar, el incidente, que no pasó a mayores y permitió al desgraciado protagonista seguir jugando los pocos minutos que quedaban, acaparó las reacciones posteriores en sala de prensa y zona mixta. El entrenador del Sevilla, Jorge Sampaoli, denunció que su equipo había sido perjudicado doblemente, con la agresión y la prolongación de un tiempo extra que casi permite a los anfitriones empatar, mientras que el propio Dmitrovic lo recreaba así, por fortuna con un poco de humor, aunque con un arañazo en el cuello: "Vino un aficionado que me empujó por detrás enfadado por el resultado e intentó pegarme, pero, salvo un roce en la nariz, no me hizo nada. Nunca me he pegado, pero sé defenderme; borracho seguro que estaba... Conseguí agarrarle y tumbarlo en el suelo. Tenía bronca, pero esas cosas en el fútbol no deberían pasar, aunque siempre salta algún idiota alocado que no merece protagonismo. Si quiere pegar, que vaya a ver un evento de boxeo. Tanto él como otros incidentes así espero que estén bien castigados".