Decía Van Nistelrooy en la víspera que sólo un milagro permitiría al PSV dar la vuelta al 3-0 de la ida y, tras una hora de encuentro en Eindhoven, la impericia de su equipo y el oficio del Sevilla parecían darle la razón. Hasta entonces, siempre anduvo más cerca la puntilla que el nerviosismo. En-Nesyri y Rakitic pudieron llevar la calma absoluta a la eliminatoria, pero perdonaron para que su oponente tocara a rebato con lo único en que superaba a los nervionenses, el juego aéreo. De Jong abrió el marcador y anotó el segundo, por suerte anulado por un fuera de juego previo de su asistente, Fábio Silva, autor de un tanto sobre la bocina que sí encendió las alarmas. Porque todavía tendría una más la escuadra neerlandesa, abortada por Nianzou, aunque el 2-0 definitivo no impide a los de Sampaoli estar este viernes (13:00 horas) en un sorteo de octavos de la Europa League en el que no podrá cruzarse con ningún paisano.
De inicio, salvo por la lesión de Bono en el calentamiento, el plan salió a la perfección, pues el anunciado asedio local ni fue reseñable ni duró demasiado. Antes al contrario, la primera ocasión digna de ser considerada como tal llegó a cargo de Alex Telles, que mandó al cuarto de hora muy cerca de la escuadra una falta sobre Rakitic en la frontal. De hecho, el objetivo de tener el balón para marcar los tempos del partido era entonces un hecho constatable, con un éxito constante de Nianzou y Fernando en la anticipación, rompiendo líneas para generar superioridades en unas transiciones que llevaron a menudo marchamo de peligro, especialmente por la derecha con Navas. Nada hacía pensar no ya en una eliminatoria teñida de incertidumbre, sino ni siquiera el propio duelo de vuelta. Apenas un error en el blocaje de Dmitrovic que propició el remate forzado de espuela de Simons se salía de la prometedora dinámica.
Como respuesta, al filo de la media hora, Acuña se sacaba un centro por bajo que Benítez impidió que llegase a En-Nesyri, presto para remachar a la red en boca de gol. Una presión intensa y escalonada sonreía a los intereses del conjunto de Jorge Sampaoli, que desquiciaba, además, a las huestes neerlandesas dejando claro que no tenía prisas. En cualquier caso, los anfitriones no daban pie con bola, literalmente en este caso, por lo que el meta serbio vivía plácido y en la distancia el discurso de un primer tiempo sin movimientos en el marcador que dejaba la mitad de la pieza en el zurrón nervionense. Porque si alguien mereció adelantarse, ése fue el Sevilla, que vio cómo el slalom de Bryan terminaba con un desequilibrio en el contacto con Ramalho que se quedaba muy lejos de poder ser penalti, mientras que al barbateño le bloquearon luego el remate desde el semicírculo. Sobre la bocina, De Jong cazó un balón colgado, pero sus compañeros no dieron continuidad a una de las pocas luces entre las muchas sombras rojiblancas.
La segunda mitad seguiría en la misma tónica, con Bryan Gil capitaneando a un equipo netamente superior que, ahora sí, comenzaba a asustar en serio. No se había cumplido el tercer minuto cuando En-Nesyri aprovechaba un gran pase interior del extremo del Tottenham para estrellar su zurdazo en el cuerpo de Walter Benítez. Se desataron las hostilidades, en parte porque el PSV tenía que intentarlo ya a la desesperada, dejando lógicos espacios para las estiradas foráneas. A renglón seguido, uno de los pocos errores de Fernando habilitaba en el área pequeña a De Jong, pero el ex nervionense no estuvo hábil ni rápido de reacción. Tampoco atinó luego Simons, que recogió un despeje en corto a la salida de un córner pero, con todo el tiempo del mundo, se lo puso fácil a Dmitrovic, que sufrió un poco más ante el cabezazo de Luuk en una fase ya de bombardeo con más corazón que dirección.
Van Nistelrooy sacó la artillería que le quedaba en el banquillo, pasando a jugar con dos puntas más específicos, aunque fue Til el que casi caza en el segundo otra acción a balón parado peinada por De Jong. Escaramuzas, en definitiva, de un anfitrión exigido que pudo despedirse definitivamente de cualquier ilusión épica si Rakitic llega a atinar en dos llegadas consecutivas en las que, primero, estrelló un derechazo en el travesaño, para mandar otro a continuación muy cerca de la base del poste. El intercambio de golpes ganaba presencia en la contienda, hasta el punto de que Bakayoko tuvo en el ecuador de esta fase una doble ocasión, pero Dmitrovic se cruzaría en su camino antes de que el belga de origen marfileño la mandase desviada casi sin ángulo. La insistencia y el poderío aéreo del ex sevillista tendría premio en el 77, cuando Fábio Silva y Luuk ganaron por alto a sus pares para que el internacional neerlandés batiera entre las piernas al serbio.
Y la cosa pudo ser mucho peor, ya que otra acción del portugués terminaría en el fondo de las mallas apenas cuatro minutos más tarde, tras un zurdazo ajustado de De Jong, pero la acción estaba anulada por un fuera de juego previo. Un respiro para el Sevilla, que se aliaba con el cronómetro para estar este viernes en el sorteo de los octavos de final. Veerman, que la mandó cerca del ángulo, y los balones colgados al área visitante por Ramalho, Fábio Silva o Bakayoko constituyeron los estertores postreros de un PSV que nunca llegó a creer verdaderamente en el milagro. El 2-0 del delantero cedido por los Wolves, que fusiló a un Dmitrovic todavía aturdido por el salto y la agresión de un espectador, llegaría ya demasiado tarde, con apenas unos segundos por delante tan sólo, pero, por si acaso, Nianzou se cruzaría providencialmente ante Til en la última acción para asegurar que la prórroga no entrase en acción.
FICHA TÉCNICA.-
PSV Eindhoven: Benítez; Mwene, Ramalho, Branthwaite, Van Aanholt (Fábio Silva 62'); Veerman, Til, Erick Gutiérrez (Mauro Júnior 62'); Bakayoko, Simons y De Jong.
Sevilla FC: Dmitrovic; Nianzou, Fernando, Alex Telles; Jesús Navas (Montiel 80'), Joan Jordán, Rakitic, Acuña; Óliver Torres (Suso 69'), Bryan Gil (Rafa Mir 86') y En-Nesyri (Ocampos 69').
Árbitro: Daniele Orsato (italiano). Roja directa al preparador físico nervionense, Pablo Fernández (95'). Amarillas a los locales Mwene y Simons, así como a los visitantes Acuña, Nianzou, Dmitrovic y Rafa Mir.
Goles: 1-0 (77') De Jong; 2-0 (95') Fábio Silva.
Incidencias: Encuentro de vuelta de la eliminatoria de 'play off' de la Europa League, disputado en el Philips Stadion de Eindhoven ante unos 28.000 espectadores, con alrededor de 700 aficionados sevillistas.