Si bien Yassine Bono ya aparecía el pasado año en las nominaciones al mejor portero del mundo y estaba, según varios ránkings, entre los diez mejores guardametas del orbe, el arquero del Sevilla seguía siendo considerado por muchos como el segundo mejor de África por detrás del meta del Chelsea, Edouard Mendy.
Sin embargo, todo ha cambiado en el recién terminado 2022. Bono se convertía en la sensación del Mundial de Qatar y resultaba clave para que Marruecos haya sido la primera selección africana en acabar entre los cuatro primeros de una Copa del Mundo.
Su gran actuación le ha hecho ser nominado al Guante de Oro y, ahora, aparecer en varios onces ideales africanos del año, en los que siempre es él elegido que aparece junto a los Sadio Mané, Salah, Seko Fofana, Osimhen o sus compañeros de selección Sofyan Amrabat y Achraf Hakimi.
Su gran 2022 se ha completado con el Trofeo Zamora, el primero que lograba un portero del Sevilla FC en toda su historia y que, pese a renovar este mismo año con el club nervionense, le ha puesto en el escaparate de los mejores clubes del mundo. Eso sí, su precio ha subido de los poco más de 30 millones que marcaba antes su cláusula de rescisión y no será fácil sacarlo de Nervión sin una buena suma.
El hecho de que haya ganado protagonismo y se valore su venta hacía, incluso, que Jorge Sampaoli respondiera, en su última comparecencia, ante esta posibilidad. "En cierta manera inquieta (que se hable de la salida de Bono), pero también me da la oportunidad para construir algo nuevo. El fútbol es un gran negocio y los clubes necesitan de este tipo de mercados para funcionar de manera global, porque esto engloba a todos. Es como un gran momento de los clubes", indicaba el técnico argentino en referencia a este mercado invernal, que se ha visto influido por el rendimiento reciente de determinados jugadores en el Mundial de Qatar 2022.
El Manchester United, quien sufriera a Bono en las semifinales de la UEFA Europa League 19/20, desde entonces, ha aparecido siempre como el eterno destino y ahora, una vez más, se colocaba como el máximo aspirante a intentar una vez más su fichaje de cara a la próxima temporada.
Martin Dúbravka dejaba los 'Red Devils' hace cuatro días para volver al Newcastle y el United se quedaba con dos porteros que acababan contrato en junio. Especial era el caso de De Gea, que después de una década en Manchester no había renovado aún con su actual club.
Sus últimas actuaciones y lo caro que está el mercado de porteros han invitado a emprender contactos y ya se han producido las primeras reuniones para prolongar el contrato de madrileño, quien se mostraba "muy relajado" sobre su futuro. "Solo me centro en entrenar, rendir lo mejor que pueda. Pero, seguro, va a terminar de una buena manera. (...) Este es mi club, he estado aquí muchos, muchos años... y es un gran honor estar aquí y yo soy feliz aquí", indicaba David de Gea en 'Manchester Evening News'. De momento, hasta junio, hoy han confirmado la contratación en calidad de cedido de Jack Butland, que llega del Crystal Palace.
De renovar, cerraría la puerta a un Bono, que no cambiaría su titularidad en Sevilla por ser suplente de un De Gea que sólo tiene un año más que él y al que le queda carrera por delante. Aparte que el Manchester United no se gastaría una millonada para fichar a un portero titular teniendo otro en casa. Eso tranquilizaría a Sampaoli, o no...