El decepcionante mercado invernal le está dando al Sevilla FC muchos más réditos de los esperados. Y eso que la desilusión fue mayúscula al comprobar que la "revolución" que habían anunciado los dirigentes nervionenses se había quedado en dos rescisiones (Isco y Dolberg), tres cesiones de canteranos (José Ángel Carmona, Kike Salas y Pedro Ortiz) y sólo cuatro llegadas, tres cesiones más la repesca de Lucas Ocampos. Sin embargo, el excelente rendimiento que están ofreciendo Loïc Badé, Pape Gueye y Bryan Gil ha cambiado la foto y sube bastante la nota del criticado trabajo hecho en enero. Sobre todo, teniendo en cuenta de que, además de rendimiento y rápida adaptación, están dispuestos a seguir vistiendo de blanquirrojo más allá del próximo 30 de junio.
Con el canterano no va a resultar sencillo, aunque su situación en el Tottenham no pinta a cambiar a corto plazo. Más fácil, a priori, parece la opción de negociar la continuidad de los otros dos. El único que tiene opción de compra es Badé, que asciende a 12 millones de euros, y se respira un clamor general para ejercerla, mientras que con Pape Gueye hay un precio de unos 10 millones medio pactado entre Olympique de Marsella y Sevilla FC. Además, el franco-camerunés está muy contento con su elección y su predisposición para quedarse es total pese a la salida de uno de los artífices de su fichaje, Jorge Sampaoli.
Pape Gueye ha sido preguntado por Canal+ África acerca de sus planes de futuro a partir de la próxima temporada y, sin querer ser más sincero de la cuenta, ha dejado bien claro dónde se encuentra feliz y dónde no ha conseguido disfrutar. "No me gustó mi tiempo de juego en el Olympique de Marsella. Luego apareció el Sevilla FC y, para mí, fue algo extraordinario. Ya veremos, cuando termine este préstamo, si tengo que quedarme aquí en Sevilla, volver a Marsella o ir a otro lado", manifestó en una primera respuesta algo evasiva, que remarcaba el hecho de tener firmado un contrato con el club francés hasta 2024 pero también que mucho tendría que cambiar su rol en el Velodrome para que se plantease renovar, por lo que el OM tendría las dos próximas ventanas como última oportunidad para hacer caja con un efectivo secundario en los planes de Tudor.
La siguiente pregunta fue más concreta, dándole a elegir entre Marsella y Sevilla en base a esa mala experiencia en el club galo en contraposición con el rol importante que tiene en el once nervionense, también con José Luis Mendilibar. "Cuando llegó el mercado de enero me dije que tenía ante mí seis meses para mostrar mis cualidades, para demostrarme que soy capaz de jugar en clubes grandes. Por eso vine al Sevilla FC, para jugar junto a los grandes. Estoy muy contento. No me gustaba mi tiempo de juego en el OM. El Sevilla FC expresó su interés en mí y, para mí, está siendo algo extraordinario", insistió Pape Gueye.
Pape Gueye llegó a Sevilla el 30 de enero y sólo cinco después debutó ni más ni menos que contra el Barça en el Camp Nou. Desde ese día es titular fijo en LaLiga, ya que una mala previsión de los técnicos hizo que no fuese inscrito en la UEFA Europa League por el simple motivo de que fue el último en llegar. Pese a no estar disponible en competición continental y a que ha sido expulsado dos veces, el mediocentro de 24 años suma ya más minutos en ocho partidos como jugador sevillista (632') que en los 17 en los que participó en los seis primeros meses de la temporada con el Marsella (519').