El Sevilla FC juega en la sobremesa de este domingo un importantísimo encuentro ante la UD Almería, correspondiente a la jornada 25 de LaLiga en Primera división. El choque ya era trascendental, pues ambos equipos están empatados a 25 puntos y, además, el cuadro indálico ganó por 2-1 en el choque de la primera vuelta en el Power Horse Stadium, por lo que el choque de hoy en el estadio Ramón Sánchez-Pizjuán 'vale cuatro puntos'. Además, la victoria del Valencia CF ante CA Osasuna (1-0 gol de Kluivert) empujó un peldaño más abajo a los de Sampaoli, que afrontan el duelo andaluz como antepenúltimos, de nuevo en zona de descenso. La tensión es máxima, como se puede palpar con las enésimas pintadas y pancartas alusivas al presidente José Castro aparecidas esta mañana.
El palco del Sánchez-Pizjuán volverá a estar en el centro del huracán en el partido entre Sevilla FC y UD Almería. El pasado jueves, pese a ganar por 2-0 al Fenerbahçe SK en la ida de la eliminatoria de octavos de final de la UEFA Europa League, un nutrido grupo de aficionados volvió a entonar un grito de "Castro, dimisión" que, junto a otros como "Fuera del Sevilla, ya no te quiero", se están convirtiendo en una triste tónica habitual en los encuentros como local de esta turbulenta temporada.
Ese mismo cántico de protesta se ha visto en la mañana del domingo pintado en varios puentes de la carretera de circunvalación de Sevilla SE-30, zona en la que también han aparecido pancartas en las que se podía leer "Pepe Castro, okupa", como demuestran varias fotografías que llevan toda la mañana circulando con virulencia por las siempre encendidas redes sociales.
No es el primer acto de este tipo que tiene que soportar el dirigente utrerano, quien ya sufrió condenables pintadas en la fachada de su domicilio familiar y en la de la sede de una de sus empresas. En ellas se podrían leer escritos de "Castro, ladrón" y de "Castro, dimisión" en su casa. "Descenso=Guerra", "Iros del Sevilla FC", "Grupo de Utrera=Cortijo", "Habéis arruinado al Sevilla" o "¿Y las comisiones de Koundé?", rotularon en la sede de Rucapri, la empresa que José Castro dirige junto a Francisco Guijarro.
El dirigente utrerano atraviesa los días más difíciles de un mandato exitoso en líneas generales. De hecho, la semana pasada estuvo a punto de tener que abandonar el cargo. Su antiguo predecesor y ahora encarnizado opositor, José María del Nido Benavente, solicitó unas medidas cautelares que habrían supuesto la salida al completo del consejo de administración y la entrada de un administrador judicial como regente hasta la celebración de una nueva junta. Evidentemente, todo esto no ayuda a la situación deportiva.
El juez rechazó esas medidas, garantizando la continuidad de la directiva y Monchi se reunió con la plantilla y el entrenador para tranquilizarles sobre la ineestabilidad institucional, antes de dirigirse a los aficionados en una entrevista en la televisión del club para hacer autocrítica, pedir disculpas, prometer trabajo y, sobre todo, hacer el enésimo llamamiento a una unidad cada vez más utópica. Estas aguas sólo las puede calmar la pelotita. Este domingo hay mucho en juego para todos los estamentos del Sevilla FC. El equipo ya ha visto que cuenta con el apoyo de su gente (al menos mientras dure el partido). Con el palco ya es otra historia.