El enfado de Castro, el triunfalismo de Del Nido y la indiferencia de Sampaoli que representa al sevillismo

Con la afición y los profesionales preocupados por la marcha deportiva del equipo, la guerra institucional sigue acaparando atención y la próxima semana el club podría quedar en manos de un administrador judicial

El enfado de Castro, el triunfalismo de Del Nido y la indiferencia de Sampaoli que representa al sevillismo
Sampaoli pasa de líos institucionales o futuros administradores judiciales del Sevilla. - UES
Aitor TorviscoAitor Torvisco 5 min lectura

Una vez terminado el Mundial de Qatar 2022, el Sevilla FC volvía a la competición sumido en el pozo de la clasificación de LaLiga y una tensa Junta General de Accionistas programada el día antes robaba protagonismo a la acuciante situación deportiva del equipo. Durante todo el mes de enero, con los nervionenses hundidos en la tabla, el bloqueo derivado de la guerra institucional (y de la crisis económica) condicionaban la necesaria planificación en un mercado invernal en el que Monchi sólo pudo aspirar a cesiones y respescas.

Este sábado, los de Jorge Sampaoli afrontan una complicada visita al Atlético de Madrid separados por sólo dos puntos del pozo y con los equipos de abajo apretando en las últimas jornadas; pero la previa ha vuelto a ser solapada por el enésimo pulso entre un enfadado José Castro y un triunfalista José María del Nido Benavente, una disputa ante la que el entrenador ha mostrado una indiferencia que representa al sevillismo. "Tengo tantas preocupaciones y ocupaciones en mi trabajo que no tengo muy claro lo que sucede en este área del club. Es evidente que este tipo de fracturas políticas no ayudan, pero desconozco por qué está pasando esto y no tengo capacidad alguna de responder sobre ese tema", señalaba el argentino, con hastío, en la rueda de prensa previa a la visita al Atlético.

Mientras Sampaoli atendía a los medios tras el último entrenamiento del equipo, Castro y Del Nido se veían las caras en el Juzgado de lo Mercantil número 3 de Sevilla, donde se celebró este viernes una vista para decidir sobre las medidas cautelares solicitadas por el expresidente del Sevilla FC, tras su demanda contra el actual consejo de administración que preside el utrerano, por impedirle votar en los dos puntos principales de la última junta general del pasado 29 de diciembre. Ambas partes, pertrechadas en posiciones inamovibles e irreconciliables dentro de su lucha por el poder, expusieron sus argumentos y la próxima semana el juez debe adoptar una decisión que podría dejar todo como está o cambiarlo absolutamente todo con la salida de uno y el regreso del otro.

Si le dan la razón a Del Nido, supondrá el cese del actual consejo de administración del Sevilla FC y el nombramiento de un administrador judicial que convoque y presida la mesa de una hipotética junta general extraordinaria de accionistas en la que se elija a un nuevo órgano de gobierno de la entidad. Castro y el grupo que le apoya, entre ellos José María del Nido Carrasco -hijo mayor del expresidente y actual vicepresidente- aducen la vigencia de un pacto de accionistas firmado en 2019 y en el que todos se comprometían a unificar durante diez años el sentido de su voto en las juntas generales.

"Es lamentable que tengamos que estar continuamente en los juzgados, que el club esté judicializado por la obsesión del señor Del Nido de querer ser presidente del Sevilla FC. Para mí todo esto es lamentable y no ayuda en nada a la entidad", comentó, visiblemente molesto, José Castro a su salida de los juzgados tras la vista con su antagonista, quien fiel a su personalidad salió mucho más ufano y casi anunciando su regreso al palco.

"Confiamos en la autoridad judicial, como no puede ser de otra forma. No vamos a hacer ninguna manifestación que pueda ser interpretada como una presión al juzgado. Siempre soy optimista, aquí hay pocas interpretaciones. Confiaba en volver a la presidencia el día 29 (de diciembre) para haberle dado ya un cambio (al club) en el mercado de invierno, no me han dejado, privándome del derecho de voto. Cuando entre, se lo daré", espetó Del Nido, con un semblante muy distinto al de Castro, pero igual de alejado del sentir mayoritario de la afición del Sevilla FC: esta pelea de sillones le da igual y sólo importa que el equipo escape de la zona de peligro cuanto antes, a pesar de la poca ayuda de sus máximos accionistas.