Víctor Orta sigue empeñado en fichar a Sardar Azmoun, delantero centro que ya pretendió en etapas anteriores cuando oficiaba como director deportivo en Inglaterra y el iraní destacaba en Rubin Kazan y con su selección nacional, donde es una auténtica leyenda (53 goles en 83 partidos). Salir de Rusia supuso un frenazo en su carrera, pues no ha logrado triunfar en el Bayer Leverkusen, que le fichó en enero de 2022 a cambio de tan sólo 2,5 millones de euros en los prolegómenos de la invasión a Ucrania, que propició un permiso especial por parte de la Fifa para todos los que desearan abandonar la zona de conflicto. Con los germanos anotó únicamente cinco dianas y brindó otras tantas asistencias en 44 citas oficiales, mientras que su cesión a la Roma de la temporada pasada tampoco fue mejor (3+4 en 29). Ya en enero, sin prácticamente límite salarial, el madrileño intentó interrumpir su estancia en Italia, pero no resultó viable.
Ahora, con tres años más de contrato en el equipo que adiestra Xabi Alonso, que no cuenta con él, se encuentra en una tesitura delicada, ya que fue apartado en el arranque de la pretemporada por un bajo estado de forma que podría camuflar un posible acto de indisciplina, circunstancia que no hace sino empujarle fuera del BayArena. Los 'giallorossi' tenían una opción de compra cifrada en 12,5 kilos que no ejercieron, por lo que Orta aspira a un trato similar para sustituir a Youssef En-Nesyri, al que esperaban este lunes en Estambul para rematar su fichaje por el Fenerbahçe, con un Azmoun necesitado de recuperar sensaciones. Asumir gran parte de su sueldo (1,7 netos) sería el esfuerzo ahora, aunque, según ha podido conocer ESTADIO Deportivo de fuentes directas de la negociación, el trato no está ni mucho menos cerrado, aunque las posturas están cercanas. Quedan detalles por pulir, algunos con distancia todavía entre las pretensiones blanquirrojas y las exigencias del asiático.
Con todo, tanto Sevilla FC como los asesores del golestaní son optimistas, siendo la hoja de ruta alcanzar un compromiso económico con el punta antes de solicitar su préstamo al Leverkusen, que no debería poner grandes impedimentos incluso aunque no sea remunerado. El director deportivo nervionense entiende que, motivado y con un sistema en el encaje mejor, Sardar puede volver por sus fueros (más de un gol cada tres partidos en su carrera: 118 y 52 asistencias en 345). Pero, por edad (29 años) y perfil, no aparenta poder ser objetivo de demasiada revalorización, por lo que a priori no se peleará por conseguir una opción de compra asequible. Es más una solución de urgencia, reservándose la inversión en el tercer punta, que ya sería más joven, aunque Orta entiende que debe rodear a éste e Isaac Romero de alguien con más empaque (1,86 mide Azmoun, aunque es un delantero asociativo y versátil que le viene como anillo al dedo a la idea de García Pimienta).