Los fichajes, en el Sevilla, se están desarrollando de una forma mucho más lenta que lo que Jorge Sampoli hubiera querido. El técnico argentino esperaba contar con alguno más en la última fase de preparación del parón mundialista y que estuviera ya integrado en el equipo cuando este 1 de enero pudieran inscribirse. Sin embargo, el fichaje de Loïc Badé se hizo oficial el 31 de diciembre y aún no ha llegado ninguno más.
No es porque Monchi no haya avanzado operaciones sino porque todo va muy lento. El mejor ejemplo es el propio Badé. Con todo acordado desde hace días, el jugador no llegó hasta mediados de esta semana y aún tendrían que pasar dos días para que se hiciera oficial.
Con los demás, todo es aún más lento. Salvo sorpresa, el siguiente en llegar será el extremo-interior zurdo. Al menos, es la operación que más avanzada está y de la que más necesitado se encuentra Sampaoli, quien ya recupera a un central para el próximo partido, Nianzou, y podrá contar con el recién llegado Badé, lo que alivia algo la situación en el centro de la defensa y también en el centro del campo, para donde puede 'recuperar' a Gudelj o a Fernando.
Lo más necesita es desequilibrio y a alguien que se integre rápido y dé rendimiento inmediato. Y eso pasa por alguien que conozca el club y a sus compañeros. Ocurre con Bryan Gil y también con Lucas Ocampos, pero es este último el que está por delante.
El futbolista argentino no ha encontrado la continuidad esperada en Amsterdam, ha jugado muy poco y tanto a él -que mantiene la casa en Sevilla y ha celebrado el fin de año en la capital hispalense- como al propio Ajax les interesa romper la cesión. Y a Sampaoli recuperar a un jugador que, aparte de darle velocidad por fuera, también le dará un plus motivacional. Ocampos tiene carisma y contagia a sus compañeros en un momento en el que el equipo necesita creer.
A día de hoy, sólo las diferencias económicas sobre cuanto tendría que pagar el conjunto neerlandés por esta media temporada en el Ajax le separan de volver. Pero eso podrían cambiar en horas.
El jugador de Quilmes apenas ha disputado seis partidos (114 minutos). Entre que llegó el último día de mercado y que todo se paró dos meses después, apenas ha contado. Y, de hecho, suma más tiempo en los tres primeros partidos ligueros del Sevilla que en todo su paso por la Eredivisie.
Como publicó al regresar este verano -"Volvimos ??? grandes cosas nos esperan juntos ❤️❤️ @sevillafc"- su último capítulo en Nervión aún está por escribir.