José Luis Mendilibar cuenta las horas para dirigir su primer entrenamiento al frente del Sevilla Fútbol Club, si nada se tuerce será esta misma tarde a las 18:00 horas, cuando se ponga el chándal y entre en el vestuario para verle las caras a sus nuevos jugadores. Ahí encontrará a dos muy conocidas, como son las de Joan Jordán y Marko Dmitrovic, a los que ya aleccionó en el Eibar, así como un Bryan Gil que ahora se encuentra concentrado con la selección española.El técnico de Zaldívar tiene una larga carrera en los banquillo, empezando en la cantera del Athletic Club de Bilbao allá por 1996. De allí pasó al CD Basconia, al Bilbao B, el Aurrera, la UD Lanzarote hasta dar el salto al Eibar en 2004. Tan sólo fueron 13 partidos pero le sirvieron para coger las riendas del Athletic Club en 2005, donde tan sólo estuvo otros 13 partidos. De ahí pasó al Real Valladolid, Osasuna, Levante, Eibar y Alavés.
Ahora afronta el reto de salvar a un Sevilla que está dos puntos por encima del descenso a falta de 12 jornadas y lo intentará hacer con una filosofía y un estilo de juego muy reconocible que él mismo desgranó en una entrevista el pasado mes de diciembre en Relevo, cuando todavía no tenía equipo y aprovechaba para ver mucho fútbol. Aquí repasamos diez frases que pueden resumir grosso modo su estilo de juego:
"Quiero finalizar, no jugar para tener solamente la pelota. Me gusta el fútbol agresivo, que busca atacar siempre y que se juega en campo contrario".
"A mi eso de volver a tocar hacia atrás una vez has superado una línea rival… me chirría. Quiero jugadores que puedan encarar".
"Desde David Silva (Eibar) y Víctor Rodríguez (Valladolid) no los uso más allá de algo puntual. No porque no quiera, ¡porque no los encuentro! A mí es que los interiores no me interesan. Tener a dos jugadores que no meten muchos goles, que no defienden demasiado y que parece que están pero aparecen para cosas bonitas no me interesa".
"Quiero que cuando hay un centro lateral, uno de mis dos mediocentros cargue el área y el otro se acerque para ganar la segunda jugada. Si no jugamos con doble punta, el mediapunta tiene que ir. No quiero que el rival gane el rechace".
"Los riesgos los tomas siempre, defiendas a 60 metros o a 30. Hay que saber qué riesgos son más comprometidos, pero yo prefiero que todo pase lejos".
"Jugar por fuera, sacar el balón rápido al lateral o al extremo y centrar rápido sin esperar a llegar a línea de fondo. Escucho a comentaristas decir que el 4-3-3 tiene superioridad en el centro del campo contra el 4-4-2. ¡Cómo si esto fuese un futbolín! El fútbol es movimiento".
"Es que si le digo a mi extremo que baje 70 metros persiguiendo al rival, cuando la recuperamos ve la portería lejísimos. ¡Esto deprime al jugador! ¿Para qué están mis mediocentros? Para bascular. Igual que mis centrales. Yo no quiero defender el centro lateral, quiero evitar que centren".
"El jugador necesita pruebas. Ver que lo que dices en el vestuario y entrenamientos, sirve. En un partido de pretemporada se tiene que ver lo que estás explicando, porque aunque les seduzca lo que les propones necesitan ver que funciona para lanzarse de cabeza a la piscina".
"Cantidad. Si meto 15 centros al área sé que no los remataré todos, puede que solo cuatro de ellos. Pero si de los 11 restantes gano siete rechaces estando cerca de la jugada, defendiendo hacia adelante, ya son 12 ataques de los 15 intentados. Parece que si no es un centro a la cabeza de alguien es rifarla, igual que cuando despejas. No todos podemos defender con balón; para eso se necesita mucha calidad".
"Sí, no me gusta que hagan falta porque eso le da una ventaja al rival. Les das la pelota y te la pueden meter en tu área o volver a jugar. Aunque quienes más hacían esa falta eran los delanteros, los cabrones. Las hacían para no seguir corriendo, preferían cortar la jugada antes que bascular. La falta del vago".