Mucho se le ha echado en cara al director deportivo del Sevilla, Monchi, algunos errores cometidos en la planificación de la temporada que ahora acaba. No hacía falta que se los recordaran porque tanto él como el propio presidente de la entidad, José Castro, lo han reconocido públicamente. De hecho, el activo mercado invernal fue para resolver esa situación.
Unos fueron motivados por la mala suerte, como las continuas lesiones de Marcao; otros por las urgencias generadas por la salida de Koundé, como ocurrió con Nianzou, o por la mayor urgencia aún de la lesión del Tecatito, que provocó la llegada a última hora de Januzaj. Isco Alarcón, el que más ilusionaba, llegó avalado por un Lopetegui que no duró dos meses... Jorge Sampaoli no logró reconducir la situación y ha tenido que aparecer José Luis Mendilibar para alejar de Nervión las nubes negras del descenso.
No obstante, donde más dudas hubo tal vez fuera en la delantera. O, al menos, así se podría deducir del rendimiento que ofreció Kasper Dolberg, quien solo pudo aportar una asistencia en poco más de 300 minutos como sevillista. Su rendimiento no ha mejorado en Alemania (Hoffenheim), donde apenas juega y sólo ha marcado un gol y dado otra asistencia en estos cuatro últimos meses.
Pero Dolberg no era, ni de lejos, la primera opción que Monchi tenía en mente cuando empezó a planificar la temporada. Entre los candidatos estaba siempre un Umar Sadiq que acabó fichando por la Real Sociedad por 20 millones de euros y que lleva toda la temporada lesionado tras romperse el cruzado nada más llegar. Y, sobre todo, apuntaba a un Raúl de Tomás que no quería seguir en el Espanyol y que se había declarado en 'rebeldía'.
El Sevilla, finalmente, desistió del delantero de ascendencia dominicana, entre otros motivos, por la opinión del que era su técnico, un Diego Martínez que mantiene una buena relación con Monchi. Y que le avisó de lo que podía llevarse.
De Tomás acabó fichando por el Rayo Vallecano fuera de plazo por 8 millones de euros, se preparó para reforzar al equipo de Iraola en la segunda mitad del campeonato y... no lleva ningún gol tras 13 partidos. 427 son los minutos disputados por el madrileño, que valía 25 millones a principios de verano y ahora no está valorado ni en un tercio de esa cantidad.
De Tomás tiene por delante a Camello y aunque Iraola lo usa más que a Radamel Falcao, su aportación es menor que la del veterano delantero colombiano. El Sevilla, que ya lo quiso en 2020 cuando finalmente se hizo con En-Nesyri, lo quería para suplir al marroquí. Y éste, en cambio, se ha desatado desde el Mundial con 15 goles, muchos de ellos decisivos para el equipo nervionense.
Mañana se enfentan Sevilla y Espanyol. El equipo perico, en descenso, ha pagado en exceso la ausencia de un goleador del nivel de De Tomás, pese a los tantos de Joselu; y ya tampoco tiene a Diego Martínez. El Sevilla, al menos, tiene la tranquilidad de saber que ahí sí acertó.