A buen seguro, el seno del Sevilla FC no había oído hablar hasta hoy de la 'Maldición Miguel Samudio', así, como nombre propio. No obstante, va a tardar en olvidarse de su significado, ya que le ha costado un buen dinero que le habría venido que ni pintado para este mercado invernal de fichajes donde le gustaría hacer muchas cosas (al menos extremo y delantero) que a día de hoy aún no sabe cómo va a poder cuadrar. Lo mismo sucede en el Real Betis, donde la situación económica no es tan apurada como la de sus vecinos de Nervión pero que también pasa por apretadas estrecheces que dificultan sobremanera el fichaje de un mediocentro que Pellegrini reclama para enero.
A la tesorería del Ramón Sánchez-Pizjuán se le escapó la pasada madrugada medio millón de euros, idéntica cantidad que ha dejado de ingresar la caja del Benito Villamarín. La culpa ha sido de Miguel Samudio, exfutbolista del Club América de México que hace ocho años echó una maldición al Monterrey CF que aún tiene poderes vigentes. En el país azteca, no se habla este lunes de otra cosa después de que las 'Águilas' lograsen arrancar un empate (1-1) en el feudo de Rayados en el partido de vuelta de la final del Apertura 2024 en la Liga MX. Con este resultado, el conjunto azulcrema ganó su tercer título consecutivo, haciendo bueno en 2-1 del polémico choque de ida, con Ocampos lesionado y Canales encendísimo para defender al Tecatito Corona de la espeluznante brecha que le provocó un defensor rival.
En el Sevilla FC estaban muy pendiente de Lucas Ocampos, futbolista que fue traspasado a Rayados a inicios del pasado mes de septiembre, ya con el mercado cerrado en Europa. El extremo de Quilmes fue traspasado por un montante cercano a los 8 millones de euros que incluía un pago de 500.000 euros en concepto de variables si el club de Monterrey se alzaba con el título. Como no lo consiguió, el club nervionense se queda sin esa jugosa partida, nada baladí teniendo en cuenta su contexto de crisis y el hecho de que el presidente Del Nido Carrasco señaló hacia los ingresos por la venta del argentino como el clavo ardiendo al que agarrarse para poder acudir a la ventana de enero.
En el Real Betis, por su parte, ya hace año y medio que completaron el traspaso de Sergio Canales al mismo club mexicano. En su caso, el santanderino fue transferido por 10 millones de euros y la misma cantidad variable de medio kilo en caso de que su equipo acabase tocando plata. Precisamente, en el caso de los verdiblancos celebran mañana martes una Junta de Accionistas en la que presentarán sus ajustadas cuentas, en las que están presupuestado llegar a las semifinales de la Conference League a pesar de que tendrán que esperar a la última jornada de la Fase de Grupos -este jueves ante el Helsinki- para evitar despedirse de Europa a las primeras de cambio y no obstaculizar más la deseable llegada de al menos un refuerzo en enero.
En cuanto al partido en sí. Canales completó los 90 minutos; mientras que Ocampos ni siquiera pudo estar convocado tras pedir el cambio por lesión al poco de comenzar el choque de ida de la semana pasada. También tuvieron minutos otros conocidos en la capital andaluza como Óliver Torres, quien ocupó el lugar de su compañero en el Sevilla FC en el once inicial y sumó 69 minutos antes de dejar su puesto a otro exnervionense como el 'Tecatito' Corona. El centrocampista Richard Sánchez adelantó al América en el 24', haciendo que Monterrey necesitase al menos dos dianas. Sólo convirtió una, del revulsivo Johan Rojas en el postrero minuto 85'.
Cuando le pitaron un penalti por presunta mano por un balón que le había dado en el hombro, durante el partido de vuelta de la final del Clausura 2016 entre Rayados y Águilas en el Estadio BBVA, Miguel Samudio se colocó de rodilla antes la portería gritando "Hay Dios, hay Dios", reclamando intervención divina ante lo que consideraba una grave injusticia arbitral. Desde entonces, América no ha parado de ganar títulos y Monterrey ha perdido las tres finales en las que ha jugado el partido decisivo como local. Esta pasada madrugada, los espectadores del estadio conocido como 'Gigante de Acero' se acordaron de nuevo de esa Maldición que hoy destacan todos los medios de comunicación de México. Y que ha tenido una importante merma económica para el Sevilla FC y para el Real Betis.