Las notas del Sevilla en la ida ante el PSV en la Europa League

Sonado y merecido triunfo de un cuadro blanquirrojo intratable últimamente en el Ramón Sánchez-Pizjuán en LaLiga y que ha trasladado su eficiencia a la competición continental

Las notas del Sevilla en la ida ante el PSV en la Europa League
El once inicial de los nervionenses este jueves. - Lince
Óscar MurilloÓscar Murillo 8 min lectura

Encadena el Sevilla cinco triunfos como local, los cuatro últimos con puerta a cero. De hecho, solamente encajó un gol en este trecho (el de Borja Mayoral ya con todo casi decidido), doblegando a cuatro rivales directos por la permanencia (Getafe y Cádiz, con algo más de sufrimiento, pasando luego por encima de Elche y Mallorca) para escapar de la zona de descenso en LaLiga, amén de encauzar su clasificación para los octavos de final de la Europa League con otra goleada al PSV Eindhoven. Sin duda, su renovado idilio con el Sánchez-Pizjuán, que incluye una comunión casi inquebrantable con su afición mientras ésta vea que los jugadores lo dan todo, está fundamentando el despertar nervionense tras el parón mundialista, afianzado en 2023 con una batería de resultados que, de contarse sólo desde entonces, le daría la Champions. Toca enderezar el rumbo a domicilio para que las sensaciones sean ya ideales y se pueda soñar con volver por los fueros que han sido un hábitat natural en los últimos tiempos.

Éstas fueron las puntuaciones nervionenses ante el PSV:

BONO: 6

Buena mano nada más arrancar en el centro-chut de Saibari. Alguna duda con los pies, pero no tuvo culpa en la cesión de Gudelj que casi se cuela. En la reanudación, volvió a demostrar sus reflejos por bajo ante Van Aanholt. El poste le libró de encajar en uno de los dos intentos lejanos de Veerman.

NIANZOU: 5

Paradójicamente, como tantas otras veces, mejor en área contraria que en propia, lo que, siendo central, no es una gran noticia. Exceso de confianza en la protección de balones ante De Jong, aunque no llegó por poco a un pase de la muerte de Bryan Gil y cabeceó ligeramente desviado a bocajarro un centro de Rakitic. Con el viento a favor, se atrevió a subir más veces y mejoró sus prestaciones atrás, tirando de anticipación y criterio en la salida.

BADÉ: s.c.

Sintió un pinchazo en la parte posterior del muslo izquierdo en una pugna en banda con De Jong y se retiró al cuarto de hora por lesión.

GUDELJ: 6

Como central zurdo no rinde igual de bien, pero se sacrificó en la contención, imponiendo su contundencia. A punto de meterse un autogol desde la banda en una peligrosa cesión a Bono. En cuanto salió Fernando, se soltó más y apareció por la corona del área contraria. Gol de rabia el suyo para firmar el tercero y, desde ahí, más confianza en las acciones defensivas.

JESÚS NAVAS: 8

No es baladí reseñar prácticamente siempre de él que no para de correr arriba y abajo su banda. Simons le buscó las cosquillas, pero, con este sistema, es más competencia del central diestro, lo que libera al palaciego para desbordar continuamente y soltar innumerables centros, tanto por bajo como por alto. En los 2-3 primeros no conectó con En-Nesyri, pero sí en el alargue del primer tiempo para hacer subir el 1-0. Aguantó el partido entero a un nivel notable, repitiendo una y mil veces la jugada que le sale muchas.

JOAN JORDÁN: 5

De menos a más en el primer tiempo, donde corrió más de lo deseado detrás del balón y llegó tarde a casi todos los cruces. Acabó mejor, en parte por las ayudas de Fernando, recuperando, incluso, el balón en el 1-0. En la reanudación combinó inicios de transición loables con pérdidas inoportunas en zona peligrosa.

RAKITIC: 6

Sufre sin balón, aunque es un plus para las acciones de estrategia. Se acabó incorporando con peligro al ataque en busca de una alegría personal. Colgó el balón a Ocampos que éste transformó en la asistencia del tercero a Gudelj.

ACUÑA: 5

Más preocupado de contener que de generar, acabó siendo lo profundo que suele ser, ganando varias veces la línea de fondo y sirviendo centros prometedores. Se le nota falto de físico, aunque no escatima un esfuerzo y es 'canchero' de serie.

ÓLIVER TORRES: 7

Se entendió a las mil maravillas con Navas en ese perfil derecho, ayudando de vez en cuando a las coberturas. Participó en los dos primeros tantos, pero eso fue sólo el vértice de un iceberg de productividad a favor de obra. Indispensable para Sampaoli.

BRYAN GIL: 5

Sin tantos espacios al ser extremo, por otra parte su posición natural, fue sustituido al descanso, previsiblemente por molestias. Voluntarioso e intenso, el barbateño pecó a veces de precipitación.

EN-NESYRI: 8

Está casi siempre donde se resuelven los partidos. Pese a terminar tocado del tobillo y cojeando ante el Mallorca, forzó para prolongar su racha. A punto de cazar estirándose y de cabeza sendos centros de Navas, así como de chilena uno de Acuña, se redimió en el alargue del primer tiempo con un gran movimiento al primer palo para remachar el 1-0

FERNANDO: 8

Salió antes de lo deseado para relevar al lesionado Badé como libre, aunque daba a menudo un paso adelante para reforzar el eje de la medular, donde faltaban ideas. Volvió a impartir otro clinic particular de posicionamiento, presión, ruptura de líneas y coberturas.

OCAMPOS: 9

Sustituyó a Bryan Gil al descanso y tardó cinco minutos en marcar el 2-0, de fenomenal zurdazo a la media vuelta, y otros cinco en asistir de tacón a Gudelj en el tanto de la sentencia. Celebró ambas acciones con rabia el argentino, deseoso de reivindicarse en una campaña aciaga también para él. Jugó la media hora final alternándose con Lamela como 'falso 9'.

SUSO: 6

Buenos minutos en el perfil derecho, desde donde buscó el gol que le negó el meta neerlandés y colgó varios centros con peligro.

LAMELA: 5

Algo acelerado, se nota que no le gusta jugar como referencia arriba. Pecó de individualista en algunas acciones, pero se puso de gol.

MONTIEL: 5

Cumplió como improvisado lateral zurdo, proyectándose poco pero conteniendo las entradas por ahí del PSV.

JORGE SAMPAOLI: 8

Refrescó lo necesario a su equipo, cogido con pinzas atrás, pero cada vez con más variantes ofensivas, pero forzó un poco a Navas y En-Nesyri a sabiendas de que, motivados y enrrachados, son determinantes y se entienden de maravilla. Lo mejor es que últimamente no se obceca con una decisión y mejora al Sevilla con los cambios. Esa mano de entrenador que se echaba tanto de menos.