Sevilla 3-0 PSV: Tira de escudo y mete la directa

El Sevilla FC regresó a lo grande a la Europa League, su competición preferida. Los pupilos de Jorge Sampaoli se impusieron con holgura (3-0) al PSV, que apenas le inquietó en momentos aislados, con Bono y el poste aliándose para que la noche en Nervión fuera redonda. Apenas la tempranera lesión muscular de Badé afeó un encuentro de ida casi perfecto de esta ronda intermedia que le dará acceso a los octavos de final salvo desastre la próxima semana en Eindhoven, una plaza mítica en esta historia de amor de los blanquirrojos con la segunda competición continental. Seis títulos, más que nadie, lucen en las vitrinas del Ramón Sánchez-Pizjuán, que volvió a ilusionarse con su equipo, que es otro con el cambio de año. En cuanto las ideas del míster argentino cuajaron y Monchi volvió a lo suyo (acertar en una ventana de fichajes), todo fluye. En-Nesyri, en un momento dulce, abrió la lata justo antes de un descanso revitalizador para Ocampos, que salió tan 'enchufado' que, con un golazo y una asistencia de campanillas a Gudelj, obró la sentencia en diez minutos.

El encuentro arrancó eléctrico, con ambos equipos practicando la presión alta y apostando por la verticalidad en sus transiciones, sin que ninguno capitanease la iniciativa durante mucho tiempo. El primero en avisar fue el cuadro neerlandés, pero Bono se interpuso en el peligroso centro-chut de su compatriota Saibari, tras una buena apertura de De Jong. La peor noticia llegaría enseguida, pues Badé tuvo que retirarse al sentir un pinchazo en el isquiotibial izquierdo en una pugna intrascendente con el bueno de Luuk, un golpe que acusó no sólo anímicamente la zaga local, obligada a recomponerse con un segundo central (de tres) reconvertido, Fernando. Incluso, el panorama pudo volverse negro en una extraña cesión de Gudelj que, con su portero algo adelantado, estuvo a punto de introducirse en propia meta. Ni siquiera se había alcanzado el cuarto inicial de encuentro y ya tocaba serenarse, resetearse y recalcular la ruta.

La potencia de Sankaré en el eje y la imaginación de Xavi Simons argumentaban en esta fase la superioridad de los pupilos de Van Nistelrooy, con sus oponentes corriendo demasiado detrás del balón, aunque Navas se rebeló con un intento, a medias entre disparo cruzado y servicio al segundo palo que no alcanzaría a remachar En-Nesyri, que tampoco pudo peinar cumplida la media hora una falta cerrada de Rakitic. A estas alturas, las sensaciones ya sonreían a los nervionenses, que ganaron seguridad y confianza con Mr Reges en la resta. Hasta Gudelj se animó a asomarse, como acostumbra, al balcón del área contraria antes del intermedio, pero su derechazo, tras fallo en la salida del PSV, se marchó muy alto. Al menos, la puesta en escena, más allá de un exceso de confianza de Nianzou ante De Jong que subió las pulsaciones en la grada, era prometedora. Y pudo ser mejor si el propio zaguero llegado del Bayern llega a atinar de cabeza en un córner forzado por Óliver Torres y botado de manera precisa por el croata.

Antes del descanso, la insistencia tendría premio con rúbrica del enrachado En-Nesyri, que se recuperó en tiempo récord de un esguince de tobillo para volver a adelantar a su equipo, como ante el Mallorca. El marroquí, que erraba justo antes al intentar rematar de chilena un centro de Acuña, emergió entre las protestas por una posible mano anterior en el área para ajusticiar por bajo a Walter Benítez a pase del incombustible Jesús Navas. Se levantó el Sevilla, tras tambalearse y casi caer a la lona, para ponerse por delante en una eliminatoria que debe devolverle a la lucha por el séptimo entorchado de su competición fetiche. Una candidatura redoblada a los cinco minutos de la reanudación por Ocampos, sustituto de un fatigado Bryan Gil, que la mandó a la red de zurda, a la media vuelta, tras recibir de Óliver. Se ponía el horizonte especialmente despejado para los hombres de Sampaoli, más aún cuando Gudelj, en el 55, fusilaba a Benítez después de la dejada de tacón del ex del Marsella. La inercia allanaba no ya el partido, sino casi la eliminatoria.

No le quedaba otra al cuadro foráneo que lanzarse en pos de un gol que le confiriese opciones de seguir vivo hasta el próximo jueves, lo que pudo conseguir tras una desaplicación defensiva del Sevilla, con falta en el semicírculo del autor del 3-0 para que Van Aanholt probase por bajo los reflejos de Bono, eficaz igualmente en el posterior intento tras su primer despeje. Volvió a lucirse el marroquí a lanzamiento de Veerman, que forzó un córner tras el que los de Van Nistelrooy pidieron un penalti previo al tiro fuera de Ramalho que el VAR descartó. Escaramuzas peligrosas (como la de Hazard a pase del pujante Mauro Júnior), aunque aisladas, pues seguía intuyéndose antes el cuarto que el primero azulino. Lo rozaron Suso y Rakitic, si bien, lógicamente, no cejaban en su empeño los neerlandeses, que sí acariciaron el 3-1 a diez del epílogo, pero el poste escupiría el nuevo intento de Veerman. Lamela tendría la última, pero el marcador ya no se movería más.

FICHA TÉCNICA.-

Sevilla FC: Bono; Nianzou, Badé (Fernando 16'), Gudelj; Jesús Navas, Joan Jordán, Rakitic, Acuña (Montiel 70'); Óliver Torres (Lamela 70'), Bryan Gil (Ocampos 46') y En-Nesyri (Suso 62').

PSV Eindhoven: Benítez; Teze, Ramalho (Obispo 91'), Branthwaite, Van Aanholt (Mauro Júnior 75'); Sangaré, Til (Hazard 62'), Veerman; Simons, Saibari (Mwene 91') y De Jong (Fábio Silva 62').

Árbitro: Radu Marian Petrescu (rumano). Amarillas a los locales Gudelj y Lamela, que estaban apercibidos y no jugarán la vuelta.

Goles: 1-0 (45+2') En-Nesyri; 2-0 (50') Ocampos; 3-0 (55') Gudelj.

Incidencias: Encuentro correspondiente a la ida de la ronda 'play off' de la Europa League, disputado en el Estadio Ramón Sánchez-Pizjuán de Sevilla ante 29.593 espectadores, con 2.915 aficionados neerlandeses en la grada.