En su delicada situación económica actual, con el límite salarial más bajo de toda LaLiga, el Sevilla FC necesita generar ingresos mediante todas las vías posibles. Obviamente, los traspasos de futbolistas representan la mayor baza en este sentido, con Lukébakio y Badé como las principales cartas en el mercado. Pero en Nervión están también muy atentos a lo que pueda suceder con jugadores que ya no pertenecen a su disciplina pero sobre los que se mantienen ciertos derechos, como Augustinsson, Dmitrovic u Óscar Rodríguez, o yendo más lejos, el brasileño Guilherme Arana. Todo ello, sin olvidar a los futbolistas formados en su cantera, que también puede dejar beneficios en caso de protagonizar un traspaso internacional, como sucedió el pasado verano con la salida de Rafa Marín del Real Madrid y su llegada al Nápoles.
Ahora, el foco se pone en este sentido en Bryan Gil, que está aprovechando su enésima cesión por parte del Tottenham para reivindicarse en las filas del Girona, donde suma tres goles y tres asistencias en 22 partidos. Un rendimiento que ha llevado al club catalán a plantearse su adquisición definitiva a final de temporada, haciendo valer para ello la opción de compra pactada con los 'Spurs', la cual asciende a 15 millones de euros.
De dicha cantidad, la FIFA determina que el 5% (750.000 euros) debe ser repartido entre los clubes que formaron al jugador, al tratarse de una transferencia entre equipos de diferentes países. Es lo que se denomina el mecanismo de solidaridad, que atañe a todos aquellos conjuntos por cuya cantera pasó un futbolista entre los 12 y los 23 años, con diferentes porcentajes según la edad. Así, de los 12 a los 15 años se otorga a cada temporada un 0,25 %, mientras que desde los 16 años en adelante pasa a ser de 0,5%.
En el caso de Bryan Gil, aterrizó en la carretera de Utrera con 11 años, procedente del Barbate, permaneciendo hasta pocos días antes de cumplir los 19, cuando se marchó cedido al Leganés. Luego estuvo otra campaña a préstamo en el Eibar y en 2021, con 20 años, fue traspasado al Tottenham por 25 millones de euros y el pase de Erik Lamela, marchándose luego cedido al Valencia y al propio Sevilla FC en la segunda mitad de la 22/23, aún dentro de esa edad de formación.
Ahora, con 23 años, su posible traspaso al Girona dejaría dinero en todos los clubes que lo han acogido, recayendo la mayor parte en el conjunto nervionense, que podría percibir por ello más de 400.000 euros. Sin duda, un pellizco que sería muy celebrado en la planta noble del Sánchez-Pizjuán.