Lo cierto es que En-Nesyri nunca mostró un especial interés en marcharse al Fenerbahçe y prefería recalar en un fútbol más competitivo, pero la necesidad del Sevilla de que aceptara la oferta y el suculento sueldo que le pusieron sobre la mesa terminaron por convencerle, dejando en Nervión 19,5 millones de euros.
De esta forma, llegó con una verdadera estrella al club estambulita y el Sevilla le sustituyó por Kelechi Iheanacho, y lo cierto es que el tiempo no ha tardado demasiado en que la operación dista por ahora de ser fructífera para ambas partes en el apartado deportivo.
El nigeriano ha firmado un arranque desesperanzador sin goles y apenas presencia en ataque, mientras que el Marroquí atraviesa por una situación muy inesperada en el Fernerbahçe, no solo porque haya marcado un único gol hasta ahora en 10 partidos, sino porque actualmente ni siquiera disfruta de la titularidad a las órdenes de Jose Mourinho. De hecho, los dos últimos encuentros ligueros los ha iniciado en el banquillo, a la sombra del verano Dzeko, mientras que, de por medio, sí partió de inicio en la cita de la Europa League contra el Union Saint-Gilloise, si bien tampoco vio portería.
Así las cosas, no acierta desde el 17 de agosto, en su cuarto partido en el Fenerbahçe, ante el Goztepe, por lo que suma un mes y medio sin ver portería, una de las sequías más largas del internacional por Marruecos.
Esta sequía ha provocado que se empiece a cuestionar en la afición e incluso en sectores del club la idoneidad de su fichaje por tal desembolso, el más elevado de su historia, lo que tampoco contribuye a que En-Nesyri, que habitualmente necesita sentirse respaldado, se sienta a gusto y pueda librarse de la ansiedad por ver puerta.
En la Super Lig turca, En-Nesyri tan solo ha sido titular en dos partidos de siete, y en los dos últimos, en el palo contra el Galatasaray (1-3) y en la victoria contra el Antalyaspor (0-2) solo ha sumado 34 minutos. De hecho, en la cita del pasado domingo tocó fondo al entrar en el campo en la recta final y solo disponer de 11 minutos, lo que, obviamente, le resta capacidad de reacción para recuperar su mejor versión y poner fin a su mal fario goleador. Una dinámica muy negativa que provoca que En-Nesyri eche de menos al Sevilla tanto como el Sevilla a sus goles.