Aitor Torvisco6 min lectura"José Ignacio Navarro Díaz. Ponemos su nombre al inicio de este escrito para que, cuando lo lea, sepa desde el primer momento que cuenta con todo nuestro rechazo y repulsa". El inicio del comunicado publicado este martes por el grupo de animación Biris Norte ya empieza con una manifiesta declaración de intenciones. Tampoco ofrece dudas su rotundo epílogo: "Por un club digno de su gente, por un club libre, transparente y limpio. ¡Fuera infames del Sevilla FC!".
El mencionado nombre no es otro que el del 'famoso psicólogo bético' que entró en la directiva de la mano del presidente José María del Nido Carrasco. A él le acusan de echar a Monchi haciéndole la vida imposible y cuyo ascenso meteórico hasta el órgano de máximo poder del club achacan al "enchufismo" fruto de "los caprichos de un niño rico". Nuevo episodio de tensión social a sólo 12 días de El Gran Derbi. Aunque eso es otra historia. Ya han demostrado que su máxima oposición a los dirigentes del Sevilla FC no está reñida con el incondicional apoyo al equipo, con independencia de decepciones como la del domingo, en la derrota ante el Athletic Club con homenaje incluido a un agradecido Joaquín Caparrós.
A continuación, ESTADIO Deportivo se limita a reproducir de manera íntegra el durísimo comunicado publicado por Biris Norte a través de sus canales en redes oficiales. Dice así:
José Ignacio Navarro Díaz. Ponemos su nombre al inicio de este escrito para que, cuando lo lea, sepa desde el primer momento que cuenta con todo nuestro rechazo y repulsa. Para quienes aún no estén al tanto de la situación, este nombre corresponde a un individuo cuya función en el club es un misterio. No sabemos exactamente de qué se encarga, pero recientemente lo hemos visto representando al Sevilla en una reunión junto a otros clubes de Primera División. Un tipo que ni siquiera aparece en el organigrama oficial del club y del que nadie ofrece explicaciones sobre qué hace o deja de hacer ahí dentro. Nos vemos obligados, por tanto, a basarnos en la poca información que vamos recopilando.
Lo que sí sabemos con certeza es que esta persona llegó al club por puro enchufismo, ya que era o sigue siendo el psicólogo personal de José María del Nido Carrasco y, de algún modo, consiguió colarse dentro. Pero la cosa no queda ahí. También sabemos que fue uno de los principales responsables, si no el mayor, de hacerle la vida imposible a Monchi dentro del club hasta provocar su salida. Y aquí queremos detenemos para que todo el sevillismo sea plenamente consciente de lo que esto significa.
Hablamos de Monchi, la persona más importante de la historia reciente del Sevilla, un estandarte de nuestra afición, alguien que lo ha dado todo, primero en el campo y luego en los despachos, por el bien del club. Y, sin embargo, fue pisoteado en su propia casa por un advenedizo del que poco o nada se sabe, un enchufado que solo está ahí por capricho de un niño rico que, sentado en un sillón que no le corresponde, juega a quitar y poner gente sin importar el rumbo de la entidad. Surrealista.
Por si fuera poco, el día que Biris Norte convocó la última gran protesta contra el consejo en el último partido en casa de la pasada temporada frente al Barcelona- este sujeto acudió al estadio vestido de negro, a modo de burla. Se mofó de una afición centenaria en su propia casa, en su propia cara. Si todo lo anterior no fuera suficiente, aún hay más: es bético. Tenemos al enemigo en casa. Y cuando hablamos de enemigo, no nos referimos solo a él, sino también a quienes lo protegen y le permiten vivir a cuerpo de rey a costa de nuestro club.
Nunca imaginamos tener que escribir algo así, ni ver al Sevilla en manos de personajes como este. Tampoco queremos perjudicar al equipo con huelgas de animación, pero si este individuo junto a los demás béticos que toman decisiones en el club, como Alberto Cordero no es expulsado de la entidad, nos veremos obligados a tomar medidas drásticas y buscar nuevas formas de protesta.
Por un club digno de su gente.
Por un club libre, transparente y limpio.
Fuera infames del Sevilla!