La Policía Nacional ha detenido en Sevilla al presunto autor de unas lesiones graves producidas a una menor por el lanzamiento de un artefacto pirotécnico momentos antes de El Gran Derbi del pasado 6 de octubre en las inmediaciones del Estadio Ramón Sánchez Pizjuán y que enfrentó al Sevilla FC con el Real Betis. En un comunicado, las fuerzas de seguridad del Estado han informado de que agentes que participaban en el dispositivo de seguridad del partido de máxima rivalidad hispalense procedieron a dar seguimiento a la manifestación de aficionados nervionenses que desde la Avenida Kansas City se desplazaron hasta 'La Bombonera' momentos antes del encuentro. Este cortejo, que aglutinó a una gran masa de seguidores del conjunto blanquirrojo, se encontraba encabezada por miembros del grupo ultra 'Biris Norte', que se desplazaba en actitud festiva, con cánticos y consignas a favor de su equipo, a la vez que hacían uso de diverso material incendiario, como bengalas, cohetes y petardos.
En un momento dado, observaron cómo desde el interior de la masa de hincha se activó un artefacto de fuegos artificiales que salió disparado a gran velocidad y con gran potencia, impactando contra la cara de una chica de 14 años, lo que le causó lesiones graves en el inicio del cuero cabelludo con afectación al rostro, las cuales necesitaron de más de 20 puntos de sutura. Tras chocar contra la menor, el artefacto pirotécnico rebotó hacia una zona ajardinada, donde finalizó su recorrido, produciendo un conato de incendio. Dada la gravedad de los acontecimientos, se inició una investigación, analizando detenidamente el cohete en sí, y, tras diversas gestiones, los analistas pudieron identificar al autor de dicha acción, un hombre de 40 años, el cual está íntimamente relacionado con el mencionado grupo radical, procediendo, por tanto, a su detención el pasado 18 de noviembre por un delito de lesiones, informan varias agencias.
No ha trascendido si la joven afectada pertenecía al propio grupo de aficionados sevillistas que esperaba igualmente el permiso de los responsables del club para acceder al Ramón Sánchez-Pizjuán juntos a otros miles de espectadores o a los alrededor de 500 seguidores del conjunto vecino pero visitante que se desplazó hasta el feudo blanquirrojo para presenciar en directo el encuentro, que terminó con victoria sevillista para 1-0 merced a un discutido penalti por mano de Diego Llorente, concedido por el árbitro valenciano Martínez Munuera con la connivencia desde la sala VOR del madrileño Pizarro Gómez, que transformó Dodi Lukébakio.
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