El Sevilla FC está de vUELta en Eindhoven y, aunque la prudencia pese al 3-0 de la ida ante el PSV invita a no dejarse distraer por la especial efeméride del primer regreso al Philips Stadium desde aquel 10 de mayo de 2006, el simbolismo de este desplazamiento es muy poderoso. Para la ocasión, el club juntó en una misma expedición a todos los capitanes que han levantado la UEFA Europa League con una única excepción del malogrado José Antonio Reyes, encargado de levantar la Quinta en Basilea (Suiza) en 2016 y que siempre está muy presente en el vestuario blanquirrojo como también lo está Antonio Puerta, el hombre que selló con un zurdazo aquel primer billete para volar a Eindhoven y cambiar para siempre la historia de la entidad.
La gran sorpresa en el desplazamiento de ayer a la tierras neerlandesas fue la presencia de Javi Navarro, el capitán del Sevilla FC que alzó la primera Copa de la UEFA al cielo de Eindhoven y también la segunda, sólo un año después en Glasgow (Escocia). El legendario central se dejó ver conversando con el encargado de levantar la Tercera en Turín (Italia) en 2014, Ivan Rakitic, y con el primero en tocar la plata en la Sexta, en Colonia (Alemania) en 2020, Jesús Navas, único miembro de la actual plantilla que queda de aquel equipo de 2006.
Además, en la Cuarta, en la final de la Europa League disputada en Varsovia (Polonia) en 2015, recibió el trofeo de campeón Fernando Navarro, actual secretario técnico del club de Nervión; por lo que no falta nadie, ya que cabe insistir que Reyes y Puerta están siempre presentes en el vestuario del equipo de sus amores. Unir a ese album la ciudad de Budapest (Hungría) -la sede de la final de la presente edición- sería la mejor manera de completar este círculo.
Después de pisar de nuevo Eindhoven y visitar el Philips Stadium, donde el Sevilla FC se ejercitó en la tarde de ayer, Javi Navarro atendió a los medios del club para intentar describir el maremagnum de sentimientos que se le despertaron al revivir, 17 años después, un momento imposible de olvidar. "Las sensaciones, imagínate... fue la primera después de 58 años, veníamos todos con unas expectativas que siempre parecía que fallábamos en el último momento y éste fue nuestro año".
El excapitán sevillista recordó aquellos instantes previos, con nervios contenidos, concentración máxima e ilusión desbordante en el que nadie quería saber nada del trofeo: "Saliendo al campo yo me acuerdo de la copa, todos teníamos claro que en ese momento no debíamos mirarla ni tocarla y creo que cumplí con mi objetivo y seguí caminando sin darle importancia".
"Ganar aquella final fue la recompensa a un trabajo muy bien hecho desde las bases del club, del equipo, de la concentración... para mí creo que ha sido de los mejores momentos, por no decirte el mejor de mi carrera", añadió Javi Navarro desde el césped del Philips Stadium de Eindhoven rememorando aquel 4-0 al Middlesbrough inglés con los goles de Luis Fabiano, de Enzo Maresca (2) y de Frédéric Kanouté.
Según explicaron los medios del Sevilla FC, a diferencia de aquel soleado 10 de mayo de 2006, Eindhoven recibió ayer a los 20 convocados con un cielo muy nublado, con unos 11 grados de temperatura marcados en los termómetros a la llegada de la expedición, pasadas las 12:30 horas del mediodía. En su temporada más complicada en más de 20 años, el Hexacampeón de la Europa League vuelve a la casilla de salida. Lo que pasó a partir de aquel día lo cuentan ya las lenguas modernas.