Más acciones y menos palabras. La receta está clara, pero la frustración por el 6-1 hizo que el vestuario del Sevilla FC calificara con términos duros el planteamiento, el rendimiento y, en definitiva, todo lo que rodeó al encuentro de este sábado ante el Atlético de Madrid, que vuelve a acerca el descenso, empezando por un Marcos Acuña que verbalizó la falta de conexión que existe entre la plantilla y el entrenador, Jorge Sampaoli: "La sensación sólo puede ser mala. Si un equipo te hace seis goles significa que jugamos muy mal. No es sólo culpa del entrenador, que nos da unas herramientas para usar en el terreno de juego, pero no las entendemos. Tenemos que levantar la cabeza y pensar ya en el próximo jueves. Luego, tenemos que seguir sumando puntos (ante el Almería). ¿La expulsión de Pape Gueye? Más de lo mismo en una noche para olvidar, pero lo de hoy sobrepasa todos los límites".
En opinión de Suso, todo parecía encaminado desde el principio a una derrota: "Era un partido que teníamos que perder. En dos pérdidas que tuvimos, metieron gol. Los rebotes iban para ellos todos... Es una mierda, la verdad. Para las sensaciones que traíamos, no lo esperábamos. Ahora, tenemos que pasar página. Viene un partido importante en casa, de UEFA Europa League. Debemos rehacernos, volver a ser fuertes en casa. Es más las sensaciones malas de hoy... Quizás no estábamos para competir contra ellos, que están a otro nivel, la verdad. Debemos recuperar las buenas sensaciones".
Seguidamente, Lucas Ocampos opinaba en el mismo sentido: "Es un golpe muy duro para todos, para nosotros, para la gente, para el club en general... Estamos en un momento complicado, aunque ninguno se esperaba esto. Creo que ya las palabras están de más. Personalmente, y hablo por mí, creo que tenemos fuerzas y vamos a revertir esta situación. Los que sentimos esta camiseta y este escudo estamos dolidos por este resultado. Te mentiría si dijera que tengo la solución, pero lo que siempre me enseñaron es que hay que dar lo mejor de uno, el máximo, mirar la camiseta y a los compañeros, y pelear. No es fácil hablar ni dar consuelo a la gente, al sevillista, en una noche así, pero vamos a luchar".
El que terminaba las comparecencias públicas era uno de los capitanes, Ivan Rakitic, que analizaba así lo sucedido: "Sobre todo, pedir disculpas a nuestra gente por el resultado. Llegamos con la idea de hacer un partido competitivo, pero no sé qué más pudo salir al revés. Hicimos semanas muy buenas, pero esta noche cada cosa iba en contra. Les salía todo, tiraban a la escuadra, mi penalti al palo... Vamos a ser sinceros y muy claros entre nosotros, pero además vamos a trabajar duro, más que nunca, para levantar esto. Sabemos que no estamos a la altura, pero queremos poner al Sevilla en el sitio donde debe estar. Tenemos que pensar sólo en estar unidos. Debemos machacarnos entre nosotros para levantar esto; es una situación complicada, pero hay que salir de ahí. Antes que hablar, hay que preparar el partido del jueves y luego el del domingo".