Óscar Murillo5 min lecturaEl pasado 20 de marzo, durante la tertulia de 'La Prórroga de ESTADIO Deportivo', avanzaba este periódico que Quique Sánchez Flores tenía prácticamente decidido que no iba a continuar en el Sevilla FC el próximo curso, pese a tener firmado un contrato hasta el 30 de junio de 2025, activado según algunas fuentes si los blanquirrojos quedaban clasificados entre los diez primeros, lo que todavía es factible. Desde las ondas de NEO FM y estas páginas se aclaraba que el madrileño no pondría demasiados impedimentos a una salida pactada que diera paso a su sustituto, como así ha terminado ocurriendo. Porque, por mucho que la reacción nervionense, cifrada en un 13 de 15 que otorgó la permanencia matemática, hiciera a algunos recapacitar sobre la conveniencia de mantener al ex del Getafe CF al timón, el caso es que éste no había cambiado de idea, consciente de un escaso 'feeling' con Víctor Orta que se ha visto reflejado en el uso de sus refuerzos invernales.
Otras decisiones y manifestaciones de Quique, igual que las hay que han agradado dentro y fuera del Ramón Sánchez-Pizjuán por la elegancia y la humildad que han transmitido, tampoco han jugado a su favor, con lo que, ahora que la plantilla parece haberse calzado las chanclas y bajado los brazos, no había nada que replantearse. Cuando uno no quiere, mejor separarse, pero si ninguno de los dos está convencido... Pese a que se filtró que el otrora lateral derecho no sólo volvía a ser una opción sino que estaba en la 'pole', la realidad era otra. Pese a que había un candidato de consenso, desvelado en primicia el 23 de marzo por ED, se han sondeado alternativas más costosas y mediáticas sin suerte, casos de Maurizio Sarri y Enzo Maresca. Gastar un poco más y tener un paraguas con esos nombres era tentador. Sin embargo, el de Jagoba Arrasate fue el siempre el nombre mejor colocado: a nadie le vuelve loco en el Sevilla FC, pero prácticamente todos lo alaban.
Es rigurosamente cierto que el vasco únicamente conocía el interés blanquirrojo, pues no existía una propuesta formal, pero optó por esperar a la que, sin duda, es su vía preferida para continuar con su carrera. La información avanzada por esta casa llegó antes, incluso, de que se comunicara en rueda de prensa que no renovaría con el CA Osasuna después de seis temporadas en Pamplona, por lo que se ha corroborado que la fuente era acertada. Ya con luz y taquígrafos, los dirigentes nervionenses tienen previsto iniciar estos días las conversaciones con los interesados y sus agentes, sin cerrar ninguna puerta, aunque con un orden de preferencias en el que el de Berriatua, de 46 años, tiene mucho que decir. Recientemente, autorizó a sus asesores de You First a negociar con el RCD Mallorca, si bien, a igualdad de condiciones... La idea es definir si la de Arrasate es una opción viable o no antes de final de mes (dicen que dio su palabra a los baleares si se salvan) para, en caso contrario, atender a otros entrenadores.
Del ex de Real Sociedad y CD Numancia gusta especialmente su trabajo con la cantera, la revalorización de jóvenes cedidos o desconocidos que ya estaban (Ez Abde, David García, Moncayola, Herrando, Areso...) y su perfil bajo, aunque, como ya se apuntó, se mantienen aparcadas otras posibilidades, como José Bordalás, a quien Monchi frenó varias veces por sus presuntas injerencias en los fichajes (no hay un entrenador que sólo opine y no presione por un nombre concreto, a veces llamando al susodicho para convencerle) y que podría desvincularse gratuitamente del Getafe CF (aunque no le han llamado desde Sevilla), como Xavi García Pimienta, por lo visto, de la UD Las Palmas. De la casa, aunque más rezagado en lo que a respaldos internos se refiere, está Diego Martínez, libre tras su salida del Olympiacos. Aunque alguno lo pensó, no han llamado a José Luis Mendilibar, renovado hasta 2025 en el conjunto griego. Eso ya sería imposible de justificar.