La Juventus ya está, como no podía ser de otra forma, en 'modo Sevilla'. El carrusel de encuentros de la Serie A previos a la ida de las semifinales de la Europa League se han saldado de forma satisfactoria para los 'bianconeri', que, después de empatar con el Bolonia y, sobre todo, vencer a Lecce y Atalanta, se han encaramado a la segunda posición de la tabla, olvidando los problemas internos que los han lastrado recientemente. El Nápoles ya se ha proclamado campeón del 'Scudetto', pero queda por dirimir el resto de participantes transalpinos en la próxima edición de la Champions League, que, tras recuperar momentáneamente los 15 puntos de sanción por parte de la Lega Nazionale Professionisti, el cuadro turinés ahora tiene a su alcanza vía torneo regular o ganando la UEL, para lo que deberá eliminar primero a los nervionenses y, después, al vencedor de la ronda entre Roma y Bayer Leverkusen.
"Los dos triunfos tienen un peso importante, porque no ganábamos fuera desde el 19 de marzo. Hacerlo en Bérgamo no fue fácil, porque la Juve nunca le había ganado al Atalanta en los últimos seis partidos. Es un equipo físico que juega bien, así que definitivamente no fue sencillo. Es una victoria importante que han conseguido los chicos y seguro que se la van a dedicar a De Sciglio, porque lo perdemos por mucho tiempo", aseguraba el míster, Massimiliano Allegri, tras el último encuentro, calificando la nueva racha de "la mejor manera" de afrontar la eliminatoria contra los blanquirrojos: "Tenemos que descansar y pensar en esta maravillosa semifinal de la Europa League, esperando que me regalen un viaje gratis a Budapest".
Inconformista, el de Livorno quiere más: "Podríamos haber marcado antes teniendo un poco de lucidez arriba, así que, en esto, hace falta mejorar". Ahora, les toca enfrentarse con un contendiente que está también recuperando sus prestaciones de siempre, gracias al desembarco de José Luis Mendilibar en el banquillo. Con el de Zaldívar, el Sevilla firmó un mes de abril modélico (cinco triunfos y dos empates, dejando en la cuneta al Manchester United en los cuartos de la segunda competición continental) y, pese a sumar una derrota y otra victoria en mayo, vuelve a tener a tiro de piedra emular a su próximo oponente: una doble vía para sellar de nuevo el pasaporte la próxima temporada, bien vía LaLiga, con la séptima plaza (ahora, de Conference, a tres puntos) a la espera de lo que ocurra con el Girona y el Barcelona desde la UEFA, así como el acceso a la UCL ganando su 'hermana menor' por séptima vez.
"Están acostumbrados a jugar estas semifinales, porque han ganado muchas Europa Leagues. Son un equipo fuerte y con experiencia, por lo que tenemos que prepararnos bien. Lo bueno es que estamos todos a tope", sentenció Allegri, que prepara algunos cambios en su alineación, tras dar descanso en el último partido a titulares indiscutibles en su 1-3-5-2 como los centrales Bremer y Bonucci; el carrilero zurdo Kostic; el mediapunta Chiesa; y el delantero Vlahovic (que recibió insultos racistas a los que contestó con un golazo de zurda y claros gestos de desaprobación), ya que Pogba y Paredes están alternándose en el eje de la medular con otros compañeros.