Si ya sobre el terreno de juego no tuvo su mejor noche, Fernando Reges empeoró aún más si cabe la derrota del Sevilla FC este domingo ante Osasuna (2-3), en la que participó muy a su pesar con un autogol del que Bono, que pifió el despeje de puños antes de que el balón rebotara en la espalda de su compañero y fuera sacado ya de dentro por Gudelj, asume todas las culpas. El brasileño, que comenzó el partido como casi siempre de líbero en una defensa de tres y pasó luego a formar pareja en el doble pivote con Pape Gueye (una dupla que funcionó a las mil maravillas ante el Mallorca), fue sustituido a falta de seis minutos para el final, permaneciendo en el banquillo hasta que, en pleno alargue, fue expulsado con roja directa por el colegiado, Pulido Santana, al protestar airadamente cuando el grancanario no señaló córner en un zurdazo raso de Alex Telles que desvió con la punta de los dedos Aitor Fernández.
Las imágenes de televisión mostraron al ex de Oporto, Manchester City o Galatasaray fuera de sí, teniendo que ser sujetado y sacado de la zona técnica por compañeros, técnicos y algún empleado del club. Incluso, se le leyeron en los labios algunos insultos en perfecto castellano que el árbitro ha consignado en el acta, por lo que la salida de tono de Fernando le costará seguramente varios encuentros de sanción, además del ya seguro del próximo sábado 4 de marzo (21:00 horas) en el Metropolitano ante el Atlético de Madrid. De esta forma, el documento oficial que tendrán que intentar rebatir los servicios jurídicos del Sevilla FC desvela que el brasileño se dirigió primero al asistente número 1 para llamarle "cabrón, cabrón, hijo de puta, cabrón", reiterando su desconsideración grave hacia Pulido Santana cuando vio la roja: "Hijo de puta, eres un hijo de puta".
Según los precedentes, los tres encuentros no va a haber quien se los quite al de Brasília, uno por la expulsión y otros dos mínimo por menosprecio. Por ejemplo, al bético William Carvalho le cayeron dos por decirle (más o menos educadamente) a De Burgos Bengoetxea que es "muy malo", mientras que, por ejemplo, su homólogo del Celta Renato Tapia ha de enfrentarse a tres jornadas fuera por decirle a otro árbitro "¡qué prepotencia!". No hay que ser muy ávidos para determinar que el grado es mayor en este caso, por lo que algunos expertos apuestan por que el castigo oscilará entre las cuatro (rango mínimo) y las doce jornadas. En tal extremo, Fernando se perdería los encuentros ante Atlético, Almería, Getafe y Cádiz como poco.