Manuel Pedrero4 min lecturaLa AS Roma sigue su ascenso de la mano de Claudio Ranieri en la Serie A. Acumula su quinto partido consecutivo sin perder este fin de semana y arañó un punto in extremis en la cancha del Bolonia, rival de Champions. Un empate (2-2) que tuvo como protagonista al exdelantero del Girona, Artem Dovbyk. Suyo fue el gol desde el punto de penalti en la última acción de la contienda. El protagonismo del atacante ucraniano va en aumento en las últimas semanas. La afición comienza a ver su fichaje como una buena operación. El equipo romano ya es décimo aunque sigue lejos de los puestos europeos.
Con 24 puntos en 20 jornadas la Roma sigue su transición hacia la normalidad. La temporada 24/25 no pasará a la historia de la entidad y los seguidores lo saben. Han desfilado hasta tres entrenadores por el banquillo del Olímpico hasta la fecha (Daniele De Rossi, Ivan Juric y ahora Claudio Ranieri) y ninguno termina de despegar. Aunque sí es cierto que el veterano técnico italiano es que más se acerca a lo que se presupone al club. El buen momento coincide con la mejor versión de Artem Dovbyk. El atacante mejora sus prestaciones con el paso de las semanas y deja su huella en los últimos compromisos del equipo.
Más allá de transformar el penalti para sumar un punto en Bolonia, Artem Dovbyk crece en números si observamos sus actuaciones recientes. Suma cuatro goles y dos asistencias en los últimos cinco partidos. Es titular indiscutible y gana galones dentro de la escuadra. Le hizo dos tantos a la Sampdoria en los octavos de Copa Italia. En la goleada ante el Parma de la jornada 17 (5-0) anotó una diana y dio otra asistencia. También asistió en San Siro para rascar un empate contra el Milan (1-1) y completa su ramillete fantástico de apariciones anotando el decisivo chicharro en la tarde del domingo.
Con el logrado en el día de ayer Dovbyk sumó su décimo gol desde que es futbolista de la Roma (seis en Seria A, dos en Europa League y otros dos en Copa Italia). Lejos quedan los 24 que consiguió la temporada pasada con el Girona que le sirvieron para ser el Pichichi de LaLiga. Tiene contrato hasta 2029 y ya ha manifestado en más de una ocasión que se encuentra feliz en Roma pese al irregular año en lo colectivo.
Su mejor versión coincide con la llegada de Ranieri al banquillo. El ilustre entrenador italiano ha sido capaz de revalorizar su juego así como el de otros futbolistas como Mats Hummels. Tiene trabajo por delante pero con los goles de Dovbyk será más fácil acercarse a puestos europeos, el objetivo primordial de la escuadra.
