Manuel Pedrero8 min lecturaLa jornada 30 de la Serie A avanzó en el calendario a falta de dos partidos. La Juventus ganó en casa en el estreno de Igor Tudor en el banquillo y la Roma se deshizo del Lecce a domicilio gracias a un tanto de Dovbyk en la recta final. El Como de Cesc Fábregas no pasó del empate en casa con el Empoli (1-1) y el Bolonia de Juan Miranda sigue fuerte y venció al Venezia con diana de Riccardo Orsolini. Este domingo ganó el Inter al Udinese (2-1) y el Nápoles derrotó al Milan (2-1). El lunes será el turno del Hellas Verona - Parma y el Lazio - Torino.
Lo más destacado de la jornada:
El Nápoles superó este domingo al Milan (2-1) en un partido dominado hasta los últimos compases por los de Antonio Conte, ganadores en un duelo de importancia absoluta para mantener la candidatura al 'Scudetto', facilitada por un error del mexicano Santiago Giménez desde los once metros en una acción que pudo abrir el partido de par en par pero que dejó a los milanistas más lejos todavía de la próxima Liga de Campeones.
El Milan sigue en caída libre y el Nápoles, con muchas opciones de levantar el título a final de temporada. En un partido de vital importancia para ambos, el combinado de Conte fue mucho más equipo durante más tiempo y el de Sergio Conceicao, que decidió dejar a Leao y Giménez en el banquillo, reaccionó demasiado tarde. La Champions es ya una utopía, a 9 puntos cuando faltan ocho jornadas.
La realidad es que el Milan volvió a dejar mucho que desear y Nápoles volvió a demostrar que es un equipo trabajado a las mil maravillas. Apenas dos minutos tardó en encontrar la debilidad rossonera en una jugada claramente trabajada. Balón a la espalda de Theo Hernández y Pavlovic. Politano se hizo espacio muy fácil y fusiló a Maignan. La jugada marcó el inicio del duelo.
Se instalaron las dinámicas. El Milan lento, predecible. El Nápoles, todo lo contrario. Y en cuestión de pocos minutos llegó el segundo castigo, merecido en cualquier caso por ambas partes. En una mala salida rossonera, el Nápoles encontró a Lukaku dentro del área. Once goles y nueve asistencias para el belga, silencioso pero fundamental para el buen hacer de los partenopeos.
Se arrepintió Conceicao de haber dejado fuera del once a Rafael Leao y le dio entrada en el descanso. El Milan notó la entrada de su estrella, de su jugador más peligroso. Desborde y sentido en los ataques que poco a poco fueron haciendo mella hasta que se inventó un pase en profundidad a Theo, su mejor aliado en la banda izquierda, que acabó en penalti. Tuvo la opción el Milan de abrir el duelo, pero Giménez erró desde los once metros.
No cesó en su empeño, pero la reacción fue tardía. Jovic encontró el gol en el 84 y el Milan pujó por la épica con ataques constantes. El Nápoles achicó aguas y resistió como pudo hasta que el colegiado le permitió celebrar una victoria merecida.
El Nápoles de Conte está a tres puntos del líder a falta de ocho jornadas, pero solo juega una competición. El Inter tres. Y el Milan, pese a su gran final de duelo, está noveno, a cinco puntos de Europa y a nueve de una Champions que es prácticamente imposible.
La nueva Juventus del croata Igor Tudor empezó con buen pie, ganador ante el Genoa (1-0) gracias al solitario tanto del turco Kenan Yildiz en un partido complicado que mantiene al club turinés en la pelea por los puestos de Champions League. Después del terremoto tras el despido del italo brasileño Thiago Motta, la Juve respondió con victoria. No era un partido especialmente complicado, pero si fundamental para este tramo de final de temporada en el que se juega tanto.
Necesitaba la victoria. Tudor para intentar convencer y quedarse el año que viene; y el equipo para reivindicarse en un momento de crisis máxima. Vlahovic y Yildiz, apartados por Motta hace apenas unas semanas, fueron titulares en esta nueva era. Y no les pudo ir mejor. Convenció el delantero serbio, el mejor pagado de la Serie A. Y marcó un golazo Yildiz, la perla del equipo. Recogió un balón suelto, en la zona de tres cuartos, peleó el hueco, regateó y fusiló para poner el gol en el minuto 25. Encarriló una victoria que certificó con solidez.
Porque la Juve recordó a ese equipo que a principio de temporada que no encajaba goles. Y eso que Gatti se tuvo que marchar sustituido en la primera mitad. Pero no afectó al plan del equipo. Tudor, con el gol, se supo ganador. Imprimió energía desde el banquillo para mantener los tres puntos y el Genoa, salvo ataques aislados sin mayor peligro, no rondó el tanto del empate. Conceicao y Weah acabaron por apuntalar la victoria con frescura. La Juve de Tudor empezó de la mejor manera. Con victoria. Lo necesitaba el equipo. Y la Champions, que es el objetivo, sigue siendo viable a ocho jornadas para el final.
El Como 1907 del argentino Nico Paz dejó escapar este sábado la victoria ante el Empoli (1-1), que consiguió empatar en los últimos compases. Después de que el director deportivo del club, Charlie Ludi, asegurara que tanto Paz como el español Cesc Fábregas, entrenador, continuarán el año que viene en la plantilla, el Como no pudo celebrar la gran noticia con una victoria. Dominó el duelo, pero no aprovechó su superioridad para materializar. Le costó ver puerta, de hecho, y hasta el minuto 61 no derribó el muro del Empoli, semifinalista de Copa Italia pese a estar en descenso.
Fue el griego Anastasios Douvikas el que marcó el tanto, el primero con la camiseta del Como. Tuvo el partido en su mano al haber marcado en la recta final, pero el costamarfileño Christian Kouame, ex de la Fiorentina, aguó la fiesta con un tanto en el 75.
En el último minuto, el Empoli se quedó con uno menos por la expulsión del italiano Jacopo Fazzini, pero el Como no tuvo tiempo para aprovecharlo. Los de Fábregas acumulan cuatro partidos consecutivos sin ganar, pero se mantiene décimo tercero, a siete puntos del descenso que marca precisamente el Empoli.
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