Ya son doce los entrenadores que han perdido su puesto a lo largo de la temporada en Segunda división. Los últimos han tenido como implicados a dos conjuntos que luchan por evitar el descenso, como son el Andorra y el Albacete.
En el banquillo manchego ya se ha estrenado Alberto González, ex del Betis Deportivo, como sustituto de Rubén Albés, mientras que el club del Principado ha confirmado a Ferran Costa como sustituto de Eder Sarabia, que se marchó entre lágrimas.
Antes que ellos cayeron Álvaro Cervera, en el Oviedo, Víctor Sánchez en el Cartagena, José Ángel Ziganda en el Huesca, Luis García en el Espanyol, Fran Escribá en el Zaragoza, Fran Fernández en el Alcorcón, Haritz Mujika en el Amorebieta, Javi Calleja en el Levante y de nuevo otros dos técnicos en el Zaragoza y el Espanyol, como son Julio Velázquez y Luis Miguel Ramis, respectivamente.
Ahora, después de que Paulo Pezzolano haya logrado mantener su puesto en el Real Valladolid pese a las críticas recibidas, las miradas apuntan a otro equipo que pelea por la permanencia, como es el Mirandés, decimoséptimo con cuatro puntos de ventara sobre la zona roja de la clasificación.
La derrota por la mínima de este pasado sábado en su visita al Andorra, que llegaba como colista, ha encendido las alarmas en el conjunto burgalés, informando el diario As que el futuro del italiano Alessio Lisci se encuentra en estos momentos en el aire.
La afición pide un cambio que traiga un nuevo aire al equipo de cara a los nueve encuentros que quedan por disputar, pero el preparador transalpino se ha mostrado tranquilo y confiado pese sumar sólo dos victorias en toda la segunda vuelta, con un pobre balance de 9 puntos de 36 posibles.
“Me preocupa que no se generen ocasiones, pero generamos muchas y muy claras. Si el balón no entra, hay que seguir trabajando para que entre”, señaló Lisci tras la derrota en el Estadi Nacional.
Mientras tanto, desde el club se guarda silencio, aunque la preocupación existe. Crece la sensación de que el ambiente que se respira en el vestuario no es el más idóneo para afrontar la actual situación. Además, el calendario que aguarda no parece nada sencillo, pues los jabatos aún deben medirse a varios rivales que pelean por el ascenso. Por ello, no habría que descartar un cambio en el inquilino del banquillo de Anduva.