Aitor Torvisco8 min lecturaTakefusa Kubo ha comprobado que, paradójicamente, pasar por las canteras de FC Barcelona y Real Madrid no sólo no garantiza un salto a la elite sino todo lo contrario. A veces, los trampolines pequeños o medianos tiene bastante más capacidad de impulso que los grandes. En este sentido, la apuesta de la Real Sociedad ha acabado superando todas las expectativas, y eso que el extremo japonés sólo tiene 22 años y contrato en vigor con el club donostiarra hasta 2029. Aunque su calidad y su proyección nunca han sido puestas en duda, sus discretas cesiones en RCD Mallorca (dos veces), el Villarreal CF y el Getafe CF no invitaban a augurar un éxito tan rotundo en San Sebastián, pero en apenas un año y medio ha sido elevado a categoría de estrella y ha puesto al club 'txuri-urdin' a contar billetes tras constatarse como una auténtica mina de oro.
Resulta imposible hablar de Kubo y la Real Sociedad sin resaltar los paralelismos con el trazado que en su día siguió otra precoz estrella como Martin Odegaard. El internacional nipón llegó a Donosti en el verano de 2022 buscando un lugar para echar raíces. Estaba de capa caída y apuntaba a convertirse en el enésimo 'juguete roto' que acaba desechado casi sin salir de su envoltorio. Sin embargo, en apenas 18 meses ha multiplicado por ocho su valor de mercado -de los 7,5 millones de euros de 2022 a los 60 kilos de la actualidad- y se ha convertido en un filón económico para el club guipuzcoano por su espectacular rendimiento mediático en un mercado tan voraz como el asiático.
Pese a ello, ni mucho menos se trata de un mero producto de marketing. Nada más lejos, sus 15 goles y 13 asistencias en 72 encuentros oficiales con la Real Sociedad ponen de manera permanente el nombre de Kubo en la órbita de los clubes más importantes del mundo. De hecho, a las oficinas de Anoeta llegaron propuestas muy jugosas en las dos últimas ventanas de transferencias, pero el club y el jugador optaron por anunciar esta semana una renovación de contrato hasta 2029 que reconoce el buen rendimiento del japonés pero no servirá para ahuyentar a esos adinerados pretendientes. Más que nada, porque el movimiento no tiene efecto disuasorio alguno. Al no haber tocado su cláusula de rescisión, que sigue siendo de 60 millones de euros (la mitad sería para el Real Madrid), se puede garantizar que el próximo verano volverá a haber ruido de mercado y, que en caso de que haya traspaso, la cifra será jugosa.
Eso ahora mismo es lo de menos, ya que la rentabilidad que Kubo aporta a la Real Sociedad va mucho más allá de hacer cuentas por un hipotético futuro traspaso. Así, cabe recordar que la entidad vasca firmó el pasado mes de octubre un acuerdo de patrocinio con el 'Grupo Yasuda', que se anunciará en las camisetas de la Real Sociedad durante las tres próximas campañas a cambio de un ingreso fijo anual de cinco millones de euros más variables. Y es que, no sólo es uno de los jugadores más destacados del equipo dirigido por Imanol Alguacil, también es un ídolo en ciernes para la siempre ávida afición de Japón, que se ha convertido en una "grandísima oportunidad" y en "un país estratégico" para los blanquiazules, según explicó en su día el presidente, Jokin Aperribay.
Según detalla un reportaje de la Agencia EFE, la Real Sociedad ha multiplicado por diez sus ventas 'online' al gigante asiático en este año y medio. El mercado japonés ya supone el 5 por ciento de sus ventas por internet y la bufanda de Kubo es el producto estrella. Del mismo modo, otro claro medidor del impacto socioeconómico del talentoso futbolista nipón son las redes sociales. Japón es el segundo país con mayor número de visitas a las cuentas del club y Tokio es la primera ciudad, por delante incluso de San Sebastián o de otras ciudades españolas como Madrid o Barcelona, lo que ha llevado a la Real a ser el séptimo club con más seguidores japoneses en X (92.596), sólo por detrás de Madrid, Barça, Manchester City, PSG, Manchester United y Liverpool. Otro ejamplo más del 'Efecto Kubo' se refleja en la plataforma de vídeos Youtube, con un incremento de 57.000 suscriptores en el canal de la Real Sociedad, hasta los 136.400, y de 41 millones de visualizaciones, el 40,5 por ciento de ellas procedente de Japón y sólo superadas por los pinchazos desde España (44,9%).
Eso por no hablar de la presencia de compatriotas de Kubo en las gradas de Anoeta y del filón que su presencia en el equipo realista ha supuesto para el turimo de San Sebastián, un "público objetivo, un grupo de turistas respetuoso y de alto valor añadido en cuya captación se ha visto favorecida por el 'efecto Kubo'", según admiten a EFE desde la entidad municipal Donostia Turismo. Tanto es así, que la ciudad ha desarrollado una web específica en japonés y ha editado una guía turística en este idioma. "Los vascos y los japoneses tenemos muchas cosas en común. Nací muy lejos pero en San Sebastián me siento como en casa", destacó Kubo en su renovación hasta 2029.
Con todos estos datos en la mano, resulta difícil pronosticar hasta cuándo seguirá Kubo en la Real Sociedad. No obstante, sí se puede garantizar que el club no descuidará jamás ese mercado. Así, en un viaje reciente para anunciar el acuerdo con Yasuda, el presidente Jokin Aperribay y el director de Fútbol Roberto Olabe anunciaron la creación de un sistema de captación y formación de jóvenes futbolistas de Japón. En la misma línea, han suscrito acuerdos de colaboración con el club Tokushima Vortis, de la Segunda división, y con el 'Grupo Wakatake', que trabaja con el fútbol base japonés y con el que mantiene un programa por el que la temporada pasada ocho jóvenes nipones acudieron a Donostia en un plan de intercambio educativo, cultural y de especialización futbolística para buscar al 'nuevo Kubo'.