Mikel Oyarzabal fue uno de los protagonistas de la Selección Española que conquistó la cuarta Eurocopa este último verano en Berlín. Para llegar hasta ese equipo que hizo historia, el futbolista de la Real Sociedad ha tenido que sufrir mucho, y también lo hizo en tierras germanas con un susto que le pasó a su madre en las gradas. Lo ha explicado todo en una entrevista en el diario Marca.
En clave Real Sociedad, ha afirmado que su sentimiento "no va a cambiar nunca". "Desde pequeñito yo soy de la Real. Desde pequeño tengo fotos con todos mis ídolos, los que en aquel entonces jugaban en la Real. Les tengo mucho cariño".
Para Oyarzabal su futuro le gustaría que estuviese ligado al equipo txuri-urdin, aunque "en el fútbol nunca sabes lo que puede pasar. Se dan mil situaciones. Aunque la Real es mi casa y espero que estén muy contentos como yo estoy con ellos".
En el partido ante Alemania, Mikel no era consciente de lo que ocurrió en la grada con su madre hasta que terminó el partido, ya que su familia no quiso contarle nada para no desconcentrarle. "Desde el campo no tenía muy claro qué pasaba. Era un rumor de la zona en que estaban mi mujer y mi hijo. No sabía qué ocurría. En ese momento, cuando no lo sabes, te temes lo peor. En cuanto acabó el partido me acerco a la zona dónde estaban y me dicen que mi madre se había mareado un poco, pero que estaba bien. Se tuvo que hacer unas pruebas y, por suerte, se quedó en anécdota, en que no pasó nada".
Oyarzabal ha sido uno de los nombres del año para el fútbol español tras haber logrado el tanto de la victoria en la final ante Inglaterra. "Me tocó a mí ese gol, pero es mérito de todos. Lo tuvimos muy claro desde el principio. Se trataba del equipo, de ir todos juntos y de que cada uno iba a tener su momento. A mí me tocó ese instante puntual, pero creo que el éxito es de todos".
A pesar de haber sido el protagonista de ese momento único, el jugador txuri-urdin tuvo que aportar desde el banquilo. "Lo tenía claro. No iba a tocar jugar de inicio. Y cuando las cosas funcionan en el grupo, no hay que tocarlas. Y el resto estar preparado para cuando tengas que echar una mano. Es la familia que se ha dicho muchas veces".
La jugada del gol fue muy ajustada, tanto que el propio Oyarzabal se pensaba que podía estar en fuera de juego. "Cuando meto gol, lo primero que hago es mirar al línea. Ya después de la celebración le pregunto al árbitro si está correcto o no. Me dice que sí, y ahí ya es como cuando te quitas un peso de encima".
Mikel no fue convocado para el último mundial por la lesión que sufrió. Así recuerda el que no le llamasen. "Nunca sabes qué hubiera pasado. Es verdad que Luis Enrique confiaba en mí. Me acompañó y ayudó en ese proceso. La vida decidió que no fuese a ese Mundial. Hay que aceptar lo que pasó".
El Oyarzabal más personal ha querido contar como ha llevado sus lesiones graves de rodilla. "Aprendí mucho. Aproveché para pasar más tiempo con mis amigos, con mi familia, disfrutar de otras cosas que el fútbol te quita...Es un proceso que si pudiera elegir no lo volvería a vivir. Y espero que no vuelva a pasar. Es verdad que los primeros días son duros pero luego intentas llevarlo de la mejor manera posible".
Lejos del terreno de juego es "muy casero, familiar, estar tranquilo y disfrutar" de los suyos. Ahora espera mantener a la Real "donde se merece".