Aitor Torvisco5 min lecturaEl Atlético de Madrid visitaba en la noche del domingo el Reale Arena de San Sebastián sin Robin Le Normand, de baja por el severo traumatismo craneoencefálico que sufrió en el derbi de la capital, pero con otros tres ex de la Real Sociedad en sus filas. En el once inicial de Simeone salieron Antoine Griezmann y Javi Galán, mientras que en la segunda mitad tuvo minutos Alexander Sorloth. El recibimiento del público de Anoeta no fue precisamente cariñoso. Más bien todo lo contrario. Aunque con la excepción del lateral izquierdo extremeño, que jugó cedido la pasada campaña y no tuvo un regreso hostil, los ofensivos cánticos que la afición 'txuri-urdin' les dedicó a los dos atacantes colchoneros podrían salirles muy caros a la entidad.
Y eso que la dureza de oídos del árbitro, el manchego Isidro Díaz de Mera Escuderos, echó una mano a los guipuzcoanos al no hacer constar nada en el apartado de incidencias de su acta, donde calificó de "normal" el comportamiento de la hinchada local. Sin embargo, además de los silbidos e insultos a los jugadores, también se escucharon gritos de "Frente Atlético, asesinos", con el asesinato de Aitor Zabaleta indeleble en el recuerdo colectivo, y de "Atleti, Atleti, Atlético de Madrid... mierda".
Lo peor de todo fue un tramo de apenas unos segundos en los que una parte muy reducida de la grada cantó de manera más que nítida "Griezmann, muérete". Cabe remarcar que esta actitud lamentable contó con la rápida respuesta por parte del grueso de la afición, que recriminó con pitos estas ofensas, y del propio club, que llamó al orden por megafonía y emitió por vídeomarcadores mensajes para parar esta condenable práctica.
En la primera acción del encuentro, correspondiente a la jornada 9 de LaLiga EA Sports, Griezmann se sacó de la chistera un espectacular taconazo para que a los 55 segundos Julián Álvarez pusiese el 0-1 en un marcador nivelado en la recta final por otro golazo de Luka Sucic. A partir de ahí, el '7' del Atlético escuchó pitos y abucheos cada vez que tocaba la pelota. El punto álgido se vivió cuando el atacante galo, que militó en la Real Sociedad desde categoría Cadete hasta triunfar en el primer equipo durante cinco años, fue sustituido por Simeone y dejó su sitio a Rodrigo Riquelme.
Recién retirado de la selección francesa, la cercanía con el país galo hizo que en Anoeta también se diesen cita aficionados que le agradecían su rendimiento con la selección 'Bleu', algo que el propio Griezmann agradeció en redes sociales y que, en parte, ayuda a compensar los insultos recibidos. El mismo 'jarabe' recibió Alex Sorloth, que también fue recibido con hostilidad y ruido cuando saltó al campo en el 74' para suplir a Julián Álvarez. El goleador sueco, que militó dos cursos seguidos en Donosti como cedido por el RB Salzburgo, tampoco ha dejado mucho cariño a orillas de la Concha. El único que se libró fue Javi Galán y queda la incógnita de saber cuál habría sido la bienvenida a Le Normand, traspasado este mismo verano por 34,5 millones de euros más cinco en variables.
Aunque Díaz de Mera Escuderos no reflejó nada de ello en el acta y eso beneficia a la Real Sociedad, este tipo de cánticos suelen ser recogidos por los informadores anónimos de LaLiga y, normalmente, son castigados con fuertes multas económicas e incluso con apercibimiento de cierre parcial del estadio por la Comisión Estatal contra la violencia, el racismo, la xenofobia y la intolerancia en el deporte. Habrá que esperar a ver las consecuencias que tienen estos condenables actos.
Sin embargo, no todo fue negativo. Además del buen comportamiento de la mayoría de los espectadores, en el encuentro ante el Atlético también se vivió un bonito gesto de comunión entre los jugadores blanquiazules y la Grada Familiar de Anoeta que fue víctima de un lanzamiento de objetos desde la jaula donde estaban ubicados los radicales del RSC Anderlecht, en el partido del pasado jueves en la segunda jornada de la UEFA Europa League.
