El Real Madrid se enfrenta a una de las campañas más exigentes de los últimos tiempos. El cuadro dirigido por Carlo Ancelotti puede disputar hasta siete competiciones, lo que ha supuesto que el técnico italiano anunciara que les dará vacaciones a sus futbolistas en medio de la temporada. Todo, con el objetivo de que todos los integrantes de su primera plantilla puedan llegar al Mundial de Clubes del próximo verano en las mejores condiciones posibles, una tarea nada sencilla. Uno de los torneos que disputará es la Copa Intercontinental, un torneo con gran prestigio e historia.
El conjunto de Concha Espina, que ya sabe lo que es alzarse con esta competición, ya sabe cuándo jugará la gran final de la Copa Intercontinental, que se disputará en Doha, Qatar. El próximo 18 de diciembre, el cuadro dirigido por Carlo Ancelotti tendrá que poner rumbo a este país para jugar el último encuentro de este campeonato, en el que participarán los vencedores de las seis confederaciones.
Eso sí, un detalle muy interesante a tener en cuenta es que el Real Madrid solo tendrá que disputar la final de la Copa Intercontinental. Tal y como apunta Marca, dado que es el vigente campeón de la Champions, no tendrá que jugar el resto de encuentros que se disputarán. Así, tendrán cierto descanso, una pequeña ventaja con respecto a los contendientes que formarán parte de este entorchado, que comenzará en apenas dos días, el 22 de septiembre.
Por otro lado, hay que tener en cuenta que este encuentro guarda relación con una fecha histórica en el mundo del fútbol: la conquista del Mundial por parte de Argentina. En ese momento, se habrán cumplido dos años de la victoria de la selección liderada por Leo Messi en la tanda de penaltis ante la Francia de un Kylian Mbappé… que jugará la Copa Intercontinental con la camiseta del Real Madrid.
Aunque no se conoce por el momento el estadio en el que se disputará la final, As informa de que el gran favorito es el Estadio Nacional de Lusail. Comienza la cuenta atrás y el Real Madrid quiere dar un nuevo golpe de efecto para sumar un nuevo título para su ya de por sí extenso palmarés.