El Real Madrid sigue preparando el terreno del mercado invernal de fichajes, donde todo apunta a que, a pesar de las carencias en el lateral derecho y en el centro del campo, la prioridad será la contratación de un central. Por tres motivos: primero, porque también es una demarcación en la que Carlo Ancelotti tiene déficit de efectivos; segundo, porque hay dudas más que razonables sobre la recuperación de David Alaba; y tercero, porque Éder Militao tiene todas las papeletas para ser ese '2' de urgencias cuando no esté disponible Lucas Vázquez, quien se ha quedado solo después de la gravísima lesión de Dani Carvajal. A muchos les sorprenderá esta elección pero, en realidad, antes de fichar por los blancos el brasileño era un carrilero diestro muy normalito que Sergio Conçeiçao reconvirtió a central para lograr que el FC Oporto cerrase un negocio redondo con su posterior venta millonaria a los merengues.
Militao llegó al Oporto en el verano de 2018, tras ser fichado del Sao Paulo por sólo siete millones de euros y sólo un año después fue traspasado al Real Madrid por 50 millones. El técnico de los 'Dragoes' era el portugués Sergio Conçeiçao, quien este jueves ha desvelado el trabajo específico que tuvo que hacer con el internacional 'canarinho', del que ha asegurado que apenas tenía nociones tácticas cuando llegó a Europa con 20 años.
"Militao jugaba en el Sao Paolo como lateral y podía hacer de centrocampista defensivo. Era un monstruo físicamente y tenía mucha calidad pero, a partir de ahí, nada más. Tuvimos que hacer un trabajo específico para que se convirtiera en el negocio que fue", desveló Conçeiçao en Roma, en la presentación de los 25 candidatos al ganar el Trofeo Golden Boy 2024, premio organizado por el diario Tuttosport al mejor jugador sub 21 de Europa que el año pasado fue conquistado por Jude Bellingham y al que optan los madridistas Endrick y Arda Güler, aunque con claro favoritismo para el culé Lamine Yamal.
Además de sus carencias tácticas, el Oporto también se encontró con un Militao que tuvo que ser vigilado de cerca para frenar sus "excesos" fuera del campo. "El trabajo era en vídeo y en el campo, de comportamientos de equipo de los que no tenía ninguna noción. Hacíamos entrenamientos específicos para él. Entendió todo muy bien, porque era bastante inteligente. También trabajamos mucho con él fuera del campo, porque luego se iba a bailar samba, a comer picanha... Si seguía así hubiese sido complicado que llegara a este nivel fantástico al que está en el Real Madrid. Militao ha evolucionado muchísimo", apuntó sobre el '3' del equipo blanco, que además de ser titularísimo con Ancelotti desde hace años, ha crecido hasta tener un valor de mercado de 60 millones de euros.
Además, Conçeiçao habló de otro jugador con claro acento madridista como es el mítico portero Iker Casillas, con el que coincidió también en el Oporto, poco antes del infarto que le obligo a colgar las botas antes de lo que él había imaginado. Previo a ese problema de salud, el 'Santo' fue relegado al banquillo por el entrenador luso: "A Casillas lo tuve que sentar. No se entrenó bien durante una semana y tuve que hacer debutar a otro portero. Lo hablamos, lo entendió bien y ahora tenemos una buena relación ahora".