Derrota inoportuna, si es que alguna vez un tropiezo conviene, la del Sevilla FC, que confirmó su gafe de la temporada 22/23 ante Osasuna, auténtica 'bestia negra' de los nervionenses tanto en LaLiga (2-1 y el 2-3 de este domingo) como en la Copa del Rey (eliminándolos en la prórroga de la eliminatoria de cuartos de final por 2-1). De nuevo Abde, como en el torneo del K.O., fue el verdugo de una escuadra blanquirroja terriblemente frágil en defensa, aunque Bono la mantuvo en pie durante el primer tiempo. La pegada de Gudelj y En-Nesyri hizo soñar a los locales con la hazaña de sumar con todo en contra, pero fueron, más que espejismos, arrebatos de orgullo de los de Jorge Sampaoli, que nunca llegaron a hacerse del todo con las riendas de un partido que cercena una estupenda racha de cinco triunfos en casa que había sacado a los hispalenses del descenso, ahora de nuevo a la vuelta de la esquina, ya que los de abajo, salvo el Elche, no se descuelgan.
Lamela desataba las hostilidades ofensivas al cuarto de hora, empleándose a fondo Aitor Fernández para desviar su zurdazo, si bien pegaría de verdad el conjunto rojillo. David García, que avisó unos minutos antes en una acción invalidada por fuera de juego, la mandaba a la red en el córner forzado por Bono, que había evitado el 0-1 en un testarazo picado y a quemarropa de Moncayola, pero que nada pudo hacer con el combado del central. Y pudo ser mucho peor para los anfitriones, ya que ni siquiera pasaron cuatro minutos cuando los de Arrasate parecían poner tierra de por medio: Aimar Oroz la aguanta junto a la línea de banda y el balón no llega a salir del todo, combinando rápidamente el propio Moncayola con Pablo Ibáñez, cuyo pase de la muerte lo rozaba Kike Barja lo justo en el primer palo para sorprender a defensa y portero nervionenses. Sin embargo, tras varios minutos de análisis por parte de Estrada Fernández en la sala VOR y una captura de pantalla nada reveladora, el tanto sería anulado por una milimétrica posición ilegal del extremo, que reclamaría a continuación un penalti de Fernando que tampoco concedió Pulido Santana, partidario de que fue carga, no empujón.
El respiro invadió terreno de juego y grada, pero sólo momentáneamente, porque Osasuna seguía llegando con extrema facilidad al área blanquirroja. De hecho, un centro-chut de Brasanac merodeó el poste izquierdo de Bono. Se acercaba peligrosamente el descanso sin apenas aproximaciones reseñables por parte de la escuadra de Sampaoli, más allá de un par de penetraciones por dentro de Bryan Gil, mientras que, por ejemplo, la pareja Juan Cruz-Barja hacía estragos en el hueco a la espalda de Navas, con Nianzou sobrepasado, al igual que los mediocentros (Pape Gueye-Rakitic) ante la verticalidad y clarividencia de los atacantes navarros. Antes de marcharse a vestuarios, Kike García controló un servicio en largo de Darko, aunque su latigazo escorado y fortísimo se marchó arriba. Mucho más cerca estuvo el murciano ya en el alargue, pero el cancerbero marroquí sacó de la misma línea su zurdazo abajo y vio enseguida cómo, tras controlarla en el área pequeña, tampoco acertaba el mismo oponente con la derecha en una posición idéntica a la de su primer intento.
La magia estaba, sin duda, en la portería de Gol Sur, ya que Aitor Fernández emuló a Bono nada más reanudarse el juego con una intervención estratosférica, tras cabecear a bocajarro En-Nesyri un buen pase de Óliver Torres desde la línea de fondo, abortando el ex del Levante luego cualquier segunda intentona con los pies. Para entonces, Sampaoli ya había introducido un doble cambio que suponía una variación de sistema, pasando a defensa de cuatro y adelantando a Fernando al eje de la medular. Todo, aparentemente, más ordenado. Las sensaciones, con todo, seguían sin ser las mejores en el Sevilla, con dudas atrás para contener y elaborar, pero Gudelj iba a sacarse de la chistera el mejor desatasco que conoce: su violento derechazo desde lejos hizo un extraño por el camino y sorprendió al cancerbero visitante, convirtiéndose en un empate quizás injusto al peso, aunque el fútbol no va de cantidad, sino de calidad. Los visitantes protestaron una falta a Barja en el inicio de la jugada que no fue tenida en cuenta.
La alegría iba a durar poco en el Sánchez-Pizjuán, porque, como ya se ha advertido, las tablas no respondían a una mejoría palpable de los anfitriones. Lo paradójico es que, tras un ramillete de remates claros, el 1-2 iba a llegar tan sólo cinco minutos más tarde y de rebote: Kike García vuelve a ganarla por alto ante Gudelj, Bono la pifia de puños y el balón tropieza en Fernando para colarse en las mallas, despejado ya tarde bajo palos por el serbio. A partir de ahí, no había otra que tocar a rebato, con Aitor Fernández evitando los tantos de En-Nesyri (que no habría valido por fuera de juego), con la ayuda del palo, y Suso, amén de ver cómo el segundo intento del serbio se marchaba muy cerca de la escuadra, aunque no pudo hacer nada a doce del epílogo ante la acción personal del ariete marroquí, que se la cambió de pie en el área para definir con el exterior de la zurda al palo contrario. Golazo y todo igualado de nuevo, pese a todo. Aunque, igual que la vez anterior, duró un suspiro: Pablo Ibáñez peina un balón en largo y Abde sorprende a la espalda de Acuña para cruzarla en el mano a mano.
Todavía habría tiempo para un asedio con más corazón que cabeza en el que bien pudo llegar el 3-3, desviando Aitor providencialmente un zurdazo raso de Alex Telles (aunque Pulido Santana dio saque de puerta y desquició a los blanquirrojos, con roja a Fernando en el banquillo por protestar) y atajando sin apuros el intento más centrado de Óliver Torres. En la última jugada, ya con Bono incorporado para repetir la hazaña de Getafe, En-Nesyri cabecearía picado fuera para confirmar que no era ni mucho menos la noche del Sevilla, que tropieza en el peor momento, con los de abajo apretando y minimizando el colchón sobre la zona de descenso, que será de dos puntos si no ganan los azulones en Villarreal este lunes, pero de sólo uno si hay sorpresa mayúscula en el Estadio de La Cerámica.
FICHA TÉCNICA.-
Sevilla FC: Bono; Nianzou, Fernando (Alex Telles 83'), Gudelj; Jesús Navas (Montiel 83'), Pape Gueye, Rakitic (Suso 46'), Bryan Gil (Bryan Gil 57'); Lamela (Acuña 46'), Óliver Torres y En-Nesyri.
CA Osasuna: Aitor Fernández; Diego Moreno, Aridane, David García, Juan Cruz; Pablo Ibáñez (Torró 88'); Moncayola (Manu Sánchez 71'), Brasanac, Aimar Oroz (Moi Gómez 71'), Kike Barja (Abde 81'); y Kike García (Chimy Ávila 81').
Árbitro: Pulido Santana (grancanario). Roja directa al nervionense Fernando, ya en el banquillo (94'). Amarillas a los locales Pape Gueye, Acuña, Ocampos, En-Nesyri y Jorge Sampaoli (entrenador), así como a los visitantes Aimar Oroz y Kike Barja.
Goles: 0-1 (18') David García; 1-1 (63') Gudelj; 1-2 (68') Fernando, en propia puerta; 2-2 (78') En-Nesyri; 2-3 (85') Abde.
Incidencias: Encuentro correspondiente a la jornada 23ª de LaLiga, disputado en el Estadio Ramón Sánchez-Pizjuán ante 34.538 espectadores.