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Granada
'Quiquetegui' en Nervión. El Sevilla FC se impuso al Granada CF en un partido que habría firmado Julen Lopetegui en sus mejores tiempos en el banquillo del Sánchez-Pizjuán. Inicio vistoso, abriendo campo, rompiendo por fuera y agitando el avispero en busca de un golito tempranero, para bajarle el volumen al partido, cansar al rival con largas circulaciones, forzarle a exponenerse -jugando con la extremaunción de los nazaríes- y esperar alguna oportunidad para correr a la contra en ventaja para poner la puntilla. Con esta derrota, los de Sandoval certifican su descenso virtual al estar ya a 11 de la salvación a falta de cuatro jornadas para el final de LaLiga. Con la solvente victoria, los pupilos de un Quique Sánchez Flores que volvió a reivindicar su pizarra sumaron otros tres puntos de tranquilidad para seguir escalando a una tranquila zona media y recuperar la inercia ganadora después de una temporada muy cruda.
A su llegada al Sevilla FC, literalmente sin tiempo para entrenar dos veces antes de dirigir sus dos primeros partidos, Quique tuvo que tocar muchísimas teclas hasta dar con la melodía necesaria para encontrar resultados. En enero recibió algunos jugadores nuevos, pero no le llegaron refuerzos, así que tuvo que centrarse en definir un bloque para sacarle partido a lo que había. Lo encontró con el 1-3-5-2 que prácticamente no tocó hasta que se quedó sin Isaac Romero. Desde la lesión del canterano, aunque con menos presión clasificatoria, el técnico madrileño ha tenido que volver a recomponer su pizarra, teniendo en cuenta que Lukébakio no le ha convencido como sustituto del lebrijano para ser el compañero de En-Nesyri.
A eso se suma que este domingo, ante un Granada CF agarrado a su último hilo de permanencia, tampoco tenía a Óliver Torres, lesionado, Suso era baja por sanción y con Hannibal Mejbri no cuenta mucho. Así, apostó por un nuevo dibujo en una especie de 1-3-4-2-1 (o 1-5-4-1 o como le quieran llamar), con la línea de tres centrales; dos carrileros muy largos, Navas y Acuña; un doble pivote eminentemente defensivo, Soumaré y Agoumé, y Ocampos junto a Lamela como escoltas del punta marroquí.
Las letales conexiones entre Navas y Ocampos fue seguramente la baza más letal del Sevilla FC de Julen Lopetegui, pero por unas razones u otras sus sucesores apenas han recurrido a ese desequilibrante tándem. El argentino ha jugado de todo (hasta de portero), pero últimamente se ha dejado ver más en la izquierda o en punta, sin ninguna continuidad pisando zonas comunes con el palaciego. De hecho, antes del descanso ya había permutado costado con Lamela. Y cuesta explicárselo, porque el '16' y el '5' se entienden a las mil maravillas. Así empezaron a abrir campo los locales en los primeros minutos y con esa fórmula se adelantaron en el marcador en el 11'. Navas filtra para la carrera de Ocampos, que atrae la atención de los dos marcadores del Granada y libera al capitán para que centrase con comodidad poniendo un balón templadito al segundo palo, un caramelito que Marcos Acuña cabeceó a la red en el segundo palo. De carrilero a carilero.
La puesta en escena fue buena, pero verse tan pronto con el 1-0 ante un rival tan necesitadísimo de un milagro hizo que los blanquirrojos echasen el ancla y bajasen el ritmo del juego, retrasando su bloque, acumulando mucha posesión estéril (con sus pérdidas evitables) y hasta cediendo a ratos la iniciativa a un Granada CF que comenzó a inquietar con varias llegadas con centros laterales, intentos lejanos y un peligroso chut de Arezo. Nyland respondía con seguridad por alto y bajo. De vez en cuando llovía otro centro peligroso de Navas. Pero la bajada de intensidad era más que evidente y el sevillismo les despidió con murmullos al final de la primera mitad. También ahí había su reminiscencia al lopeteguismo. A veces toca ser pragmático aunque no sea lo más vistoso.
La segunda mitad arrancaba con Ocampos de regreso a la derecha... para volver a ser determinante. El Sevilla se había echado atrás a la espera de un robo que le permitiese correr con espacios y lo encontró en el 52'. Robo de Soumaré, el de Quilmes corre a zancada limpia en busca del balón largo de En-Nesyri y espera a que éste llegue al segundo palo para ponérsela sólo para empujar a placer el 2-0. Como el que no quiere la cosa, el norteafricano ya suma 17 tantos esta temporada, 13 de ellos en LaLiga. Eso fue la sentencia.
El equipo visitante asumió su suerte en el cadalso. El Sevilla FC se soltó. Pudo caer el tercero en una ocasión de Lamela, en un penalti no pitado por agarrón a En-Nesyri y un potente cabezazo de omnipresente Ocampos. Al final, el 3-0 lo acabó marcando Lukebakio con un golazo por la escuadra tras bailar en el área a un defensor ya sin ganas de defender. Salieron Nianzou, Hannibal y hasta Joan Jordán. Sergio Ramos buscó su golito... Daba igual todo lo que pasara después del segundo tanto local. Ahí ya se había acabado el partido, la andadura del Granada CF en Primera división y la clara reminiscencia a la solvencia de la 'era Lopetegui'.
3- Sevilla FC: Nyland; Badé, Sergio Ramos, Kike Salas (Nianzou 73'); Jesús Navas, Soumaré (Joan Jordán 90'), Agoumé, Acuña; Ocampos (Hannibal Mejbri 84'), Lamela (Lukébakio 73'); y En-Nesyri (Alejo Véliz 84').
0- Granada CF: Batalla; Bruno Méndez, Miguel Rubio, Ignasi Miquel, Carlos Neva; Pellistri (Corbeanu 87'), Sergio Ruiz (Hongla 62'), Gumbau, Jozwiak; Lucas Boyé y Matías Arezo (Uzuni 62').
Árbitro: Busquets Ferrer (C. Balear). Amonestó al local Badé y a los visitantes Sergio Ruiz y Miguel Rubio.
Goles: 1-0 (11') Marcos Acuña; 2-0 (52') En-Nesyri; 3-0 (80') Lukebákio.
Incidencias: partido correspondiente a la jornada 34 en LaLiga EA Sports disputado en el estadio Ramón Sánchez-Pizjuán de la capital andaluza ante 32.658 espectadores. Hubo homenaje en la previa a Lucas Ocampos, por sus 200 partidos como sevillista, y a la plantilla del Sevilla Atlético, por su ascenso a Primera RFEF como brillante campeón de su grupo en Segunda RFEF.