Sevilla
Girona
No se le puede achacar nada a José Luis Mendilibar, que, con el 'culo pelado' en los banquillos, como decía el inolvidable Luis Aragonés, rechazaba en sala de prensa que hubiese llegado la hora de cambiar de objetivo y desempolvar el pasaporte. "En Europa ya estamos... en semifinales", zanjaba el de Zaldívar, consciente de que, pese a que sus siete primeros partidos como entrenador del Sevilla FC habían terminado de forma impecable (cinco triunfos y dos empates), el varapalo podía llegar en cualquier momento por una simple cuestión de probabilidad. Y fue este Día del Trabajo de 2023, cuando el emergente Girona FC, tras toneladas de cal, trajo la de arena al Sánchez-Pizjuán, con un 0-2 que hizo marearse a sus moradores la primera vez en toda la temporada que miraban hacia arriba y no hacia abajo, casi sin querer, por la inercia de la ilusión. Ni el traspié complica una permanencia virtualmente en el bolsillo ni cercena las opciones de luchar por las plazas continentales vía LaLiga, aunque el golpe de realidad propiciará, al menos, unos días de reflexión.
De inicio, ambos equipos decidieron correr ciertos riesgos: el anfitrión, apretando arriba para dificultar la salida de un oponente que pasó a defender con tres centrales y a correr a la contra para hacer daño a la adelantada zaga hispalense. Rodrigo Riquelme y Tsygankov avisaron desde muy lejos, aunque anduvo más cerca de inaugurar el marcador Bryan Gil, que se encontró a los nueve minutos un balón en el área chica que no esperaba, dando tiempo de reaccionar a Gazzaniga. A renglón seguido, Ocampos pidió penalti en una acción idéntica a la de San Mamés, aunque Muñiz Ruiz entendió que Santi Bueno tocó balón antes. Pape Gueye remató de manera acrobática una falta del 'Papu' Gómez, gran sorpresa del once, mientras que Gudelj bloqueaba luego providencialmente un intento con más maldad del ucraniano, preámbulo del 0-1: córner al segundo palo que remata inexplicablemente solo Juanpe con el pie, sorprendiendo a la espalda de Fernando y Acuña, con Dmitrovic a media salida.
Un despiste casi sin precedentes en la 'era Mendilibar' que desquició un buen rato a los nervionenses, ofuscados con la asignación de las faltas por parte del colegiado. Un ejemplo era Ocampos, que no atinó entre palos, quizás algo precipitado. A diez del intermedio, Bryan Gil sí vio perfectamente el servicio de Montiel al que no llegó En-Nesyri, que atrajo en cambio a los centrales para permitir que el barbateño percutiera a la espalda de Yan Couto, pero su disparo a bocajarro, demasiado centrado, no acabó en la red. Tres más tarde, la penetración del aún futbolista del Tottenham, después de una pared con Fernando, se marchó al lateral de la red gracias a la oportuna carga hombro contra hombro de Bueno. El marroquí cabeceó con solvencia en el 41, aunque el meta 'gironi' la blocó bien abajo. A la contra, asustó de nuevo Riquelme con un lanzamiento que se fue cerca del travesaño, al tiempo que el Sevilla abrochaba con testarazo de Badé fácil para Gazzaniga.
La reanudación arrancó con una dinámica similar a la fase anterior: los anfitriones volcados y el Girona, encomendado al contragolpe, fórmula que casi le brinda enseguida el segundo, si bien Dmitrovic detuvo el intento en segunda instancia de Riquelme. Más cerca tuvo el empate Montiel, que capturó un balón suelto para volear rozando el palo. Tampoco atinó el Papu, sorprendiendo desde atrás, a encajar entre palos el gran centro de Ocampos, una ofensiva que exigía ofrecer espacios atrás que, en cuanto los catalanes lograban saltar la primera línea de presión, resultaban letales. Y, a los diez minutos, no perdonó el enrachado Castellanos, certero tras el enésimo disparo de 'RoRo', repelido por el larguero, y de que Miguel Gutiérrez y Tsygankov combinaran con tranquilidad en el área chica. Mendilibar recurrió a Rakitic y Suso, que no tardó en probar a Gazzaniga, mientras que el 'Taty' y el ex lateral madridista perdonaban también la sentencia en otras transiciones exitosas.
Cumplido el ecuador de esta segunda mitad, Bryan disparó contra la madera con todo a favor, aunque estaba en clara posición de fuera de juego, al tiempo que Acuña, con su pierna mala, la mandó arriba a bocajarro. Sorprendió bastante más que En-Nesyri, a la salida de un córner, rematara tan desviado de cabeza, si bien no habría valido. El míster nervionense, con mucho que ganar y ya poco que perder, metió a Rafa Mir por Pape Gueye para terminar con doble punta y los dos primeros cambios conformando el doble pivote más ofensivo que se le podía ocurrir. Rizando el rizo, llamó a filas a Lamela, pero no parecía la noche del Sevilla, estrellado contra un frontón. De hecho, por poco no es Oriol Romeu el que mete en el partido a su rival, con la fortuna de que Gazzaniga se la encontró sobre la línea de gol para despejar. A estas alturas, los de Míchel se conformaban ya con esa renta y se preocupaban únicamente de defenderla, con Ocampos de nuevo desacertado en el segundo palo a centro de un Suso que estrelló el intento postrero, en pleno alargue, en el larguero. No era la noche, definitivamente.
FICHA TÉCNICA.-
Sevilla FC: Dmitrovic; Montiel, Badé, Gudelj, Acuña; Fernando (Rakitic 60'), Pape Gueye (Rafa Mir 75'); Ocampos, 'Papu' Gómez (Suso 60'), Bryan Gil (Lamela 81'); y En-Nesyri.
Girona FC: Gazzaniga; Bueno, Juanpe, Javi Hernández (Alex Callens 64'); Yan Couto, Oriol Romeu, Iván Martín, Miguel Gutiérrez (Valery 73'); Tsygankov (Artero 90'), Rodrigo Riquelme (Bernardo 90'); y Castellanos (Reinier 73').
Árbitro: Muñiz Ruiz (gallego). Amarillas al local Gudelj y el visitante Alex Callens.
Goles: 0-1 (23') Juanpe; 0-2 (55') Castellanos.
Incidencias: Encuentro correspondiente a la jornada 32ª de LaLiga, disputado en el Estadio Ramón Sánchez-Pizjuán de Sevilla ante 38.560 espectadores, con una pequeña representación de aficionados 'gironins' mezclados con el público local.