Alejandro Sáez5 min lecturaEste pasado jueves 2 de mayo acabó el plazo para que el Consejo Superior de Deportes (CSD) para responder con claridad a la misiva enviada por FIFA y UEFA, solicitando información sobre el comité creado por el Gobierno español para “tutelar” la Real Federación Española de Fútbol sin que ello suponga una injerencia política en el fútbol patrio.
Conocer la base legal sobre la que ha sido creada la comisión, la composición de la misma y quién designó a sus miembros. El mandato exacto de la comisión y sus correspondientes poderes son algunas de las cuestiones hechas por FIFA y UEFA al CSD, así como la relación de la misma con los órganos de decisión de la RFEF. Incógnitas, todas, que el CSD ha debido responder con la mayor claridad posible, tratando de resolver las dudas existentes al respecto en Zurich y Nyon, donde no acaban de ver claro que los miembros de la creada comisión, con Vicente del Bosque a la cabeza, estén por encima de cualquier dirigente de la RFEF. Es decir, que será Del Bosque, y no Pedro Rocha, presidente de la RFEF por el momento, quien representará a España en cualquier palco o acto público, entre otros detalles.
Una serie de dudas a resolver con la que el CSD tendrá que dejar clara la no injerencia política en la RFEF y, por tanto, evitar así la sombra de las posibles sanciones que podría recaer sobre el fútbol español. Entre las más drásticas, como ya ha anunciado este diario, estaría la posibilidad de expulsar a España de las competiciones internacionales, como sería el caso de la próxima Eurocopa de Alemania de este verano, o arrebatarle la organización del Mundial 2030, que recaerá en la Federación de manera conjunta con Portugal y Marruecos. Decisiones que podrían llevarse a cabo durante el próximo congreso de la FIFA, programado en Bangkok (Tailandia) para el 17 de mayo.
Las posibles sanciones por injerencia política, como ya ha ocurrido con otras federaciones (Perú, Chad, Guatemala, Kenia, Trinidad & Tobago y Zimbabue) no sólo irían encaminadas a la propia Federación y sus respectivas selecciones, sino que también podrían extenderse a los clubes españoles, siendo vetados de las competiciones internacionales que organizan ambos organismos futbolísticos. Una hipotética sanción que, de confirmarse, dejaría por tanto sin Champions a Real Madrid, Barcelona, Girona y Atlético Madrid, así como sin Europa League a Athletic Club y Real Sociedad. El Betis, que actualmente ocupa el séptimo puesto de la tabla, con derecho a Conference League el próximo año, tampoco podría participar en Europa.
Una dura sanción que, sin embargo, se antoja poco probable. Más, teniendo en cuenta que afectaría directamente a los grandes clubes de LaLiga, lo que ni Javier Tebas, presidente de la misma, ni máximos mandatarios como Florentino o Laporta, dejarían pasar por alto. Dos presidentes, los de Real Madrid y Barcelona, que de hecho dimitieron antes de tiempo de la comisión gestora de la RFEF de la que podrían haber formado parte para evadirse de una posible inhabilitación, como está sobre los miembros de la misma.
La hipotética sanción, de llegar a plantearse por parte de FIFA y UEFA, sería por igual para todos los clubes que aspiren a Europa, por lo que se antoja irreal pensar que acabaran dejando fuera de la Champions a Real Madrid, Barcelona y Atlético. Especialmente con la sombra de la Superliga acechando, lo que espolearía aún más a Florentino Pérez a impulsarla. Otro tipo de sanciones sobre la RFEF por posible injerencia política, en cambio, sí se antojan mucho más factibles a día de hoy. De hecho, en el CSD no las tienen todas consigo aún, aunque confían que la carta emitida por FIFA y UEFA sea tan sólo un trámite que quede aclarado.